Francisco Javier Carrillo y Dolores Aguilar son los primeros béticos cuyos restos tienen un sitio reservado para la eternidad en el columbario del Betis . Este matrimonio tuvo el honor de inaugurar ayer el Espacio Memorial que el club y la empresa Giem Sports han levantado en los bajos de la tribuna de Preferencia del Benito Villamarín, así que son los primeros en pagar 3.000 euros, cada uno, por un pequeño nicho detrás de una de las barras del escudo en uno de los murales fotocerámicos que recorren los 380 metros cuadrados del columbario.
Han reservado cuatro nichos: dos para ellos y otros dos para sus hijos, Francisco Javier y Lourdes. Por ese precio tendrán el espacio en propiedad durante 99 años, lo que dura la concesión a Giem Sports, una empresa que ya tiene espacios similares en los campos del Espanyol y el Atlético de Madrid y que se fijó en el Betis por un motivo principal: en España, el porcentaje de incineraciones es del 40%; en Sevilla, del 75%.
Los béticos ya tienen donde descansar, pero el proceso no ha sido fácil. Giem Sports firmó un primer contrato con el consejo de Luis Oliver que aseguraba un reparto de los beneficios muy poco beneficioso, valga la redundancia, para el club: 15 para ellos, 85% para la empresa. Además, los dividendos no entraban en las arcas de la entidad hasta dentro de cinco años como mínimo, pero rescindir el vínculo costaba ni más ni menos que 15 millones de euros. El consejo encabezado por Rafael Gordillo renegoció las condiciones y ahora el reparto es más equitativo. Además, Giem Sports ha adelantado una importante cantidad y el Betis, por otro lado, obtendrá beneficios "desde el primer día", según destacó ayer el consejero Miguel Guillén, que ha sido el encargado de sacar adelante una negociación muy espinosa. La empresa catalana, por último, correrá con todos los gastos de un eventual traslado del columbario a otra zona del estadio, algo que ocurrirá cuando el club pueda acometer la remodelación de Preferencia.
El Espacio Memorial del Betis es "un espacio alegre, con luz y mucho sentimiento", en palabras de Guillén, y consta de 3.717 nichos, aunque se prevé llegar a 10.000 en una futura ampliación. También se instalará un ara comunitaria; esto es, un depósito común de cenizas bajo una maqueta del estadio en el que los béticos también podrán descansar para siempre por 1.200 euros. Santiago Bach, consejero delegado de Giem, destacó la competitividad de los precios: "Un entierro en el cementerio cuesta 8.900 euros", puso de ejemplo. Por tres veces menos, los béticos pueden dormir el sueño eterno en el campo de sus sueños.