Economía

Descanso laboral o eterno

Muchos opinan que la edad para jubilarse depende del tipo de trabajo

el 29 ene 2010 / 21:11 h.

El debate está en la calle. Jubilación a los 65 o a los 67. El inminente envejecimiento de la población y la necesidad de mantener el sistema de la Seguridad Social a medio y largo plazo son los argumentos principales que ha dado el Gobierno para plantear a la sociedad el retraso en la edad de la jubilación. Sin embargo, no todos están dispuestos a sacrificar dos años más trabajando, teniendo en cuenta que llevan gran parte de su vida haciéndolo. Por otro lado, un buen número de los sevillanos ve positivo colaborar con las generaciones venideras, y muchos lo harían para cobrar el 100% de la pensión.

Aunque se implantará de forma progresiva a partir de 2013, en 2025 las personas que cumplan 65 años tendrán que alargar dos años más su vida laboral. No es fácil prever el estado físico que cada cual tendrá a dicha edad, por ello, mucha gente relativiza el dilema atendiendo al tipo de trabajo, y al esfuerzo que requiera éste, y la capacidad natural de cada uno. "Me jubilé rozando los setenta y si hubiera sido por mí no lo hubiera hecho aún, me siento totalmente capacitada para seguir trabajando", asegura Dora Valiente, de 72 años de edad y con una gran vitalidad.

En contra de esto, Raúl Fernández, comerciante ambulante de 30, duda de que "pueda aguantar siquiera hasta los 65 años. Me parece un abuso, tiene que haber otro tipo de soluciones. Por ejemplo, que fomenten la natalidad con ayudas económicas". Así pues, es inevitable oír a las personas que desempeñan trabajos de gran esfuerzo físico negarse literalmente a soportar más tiempo en el tajo, lo que aseguran que les resultaría "muy cuesta arriba", como expresa María Vázquez, esposa de un trabajador de la construcción.

En la misma línea de rechazo se posicionan algunas personas que, llegando a la edad aún vigente de jubilarse, ven como el ansiado retiro les puede quedar un poco más lejos.

La negativa a la medida, que aún está pendiente de aprobación a la espera de llegar a un consenso con sindicatos y partidos, se fundamenta además en que "si la población envejece cada vez más y tardan más en jubilarse, las personas jóvenes en edad de trabajar lo tendrán más difícil y, por tanto, habrá más paro", argumenta Fernando Javier García, de 38 años.

Otros se acogen a la posibilidad de que sea algo voluntario, en cuyo caso les parecería una decisión acertada. Esto es algo que está por ver puesto que es previsible que el retraso de la jubilación no sea para todas las profesiones, al oponerse los sindicatos, que en su día también calificaron de disparate la posibilidad de ampliar la vida laboral de forma obligatoria.

Aunque la reacción generalizada en la calle es, a priori, negativa, hay buena parte de la población que mira al futuro. "Tenemos que darle oportunidades a los que vienen detrás, si no, no habrá pensiones para ellos" estima Carlos Cuerda, cocinero de 58 años con tres cuartas partes de su vida produciendo y ávido, por tanto, de retirarse para descansar.

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