Gratis y, lo que es la gran novedad, legal. Así puede descargar un libro en internet cualquiera que sea socio de una biblioteca pública, que en Sevilla son unas 400.000 personas y hasta dos millones en toda Andalucía. El nuevo servicio (eBiblio) está ya operativo, y para beneficiarse de él sólo hay que tener el carnet de la biblioteca de turno, introducir el código personal y elegir entre los casi 1.100 títulos (en una primera fase se llegará hasta los 1.500) ya disponibles, entre ellos recientes novedades editoriales. Las reglas son prácticamente las mismas que para los libros en soporte papel: 21 días de préstamo, hasta dos volúmenes a la vez y la posibilidad de renovarlos si no hay alguien que haya hecho una reserva previa para ser el siguiente en llevárselo. Hasta 25 personas pueden leer a la vez un mismo libro (no son más porque existe un número limitado de licencias), una lectura que es posible hacer en tableta, ordenador, teléfono móvil y libro electrónico. De hecho, se puede guardar su libro hasta en cinco dispositivos diferentes a la vez, gracias a una app con versiones para iOS y Android. ¿Y no se puede quedar el lector de turno una copia del archivo ya para siempre? Pues al parecer no, y para eso hay que cumplir con el único requisito de instalar una licencia de Adobe Digital Edition (en la misma web de descarga del libro se hace lo propio con el programa). Esto permite que a los 21 días el libro desaparezca de los dispositivos, sin la posibilidad ni de copiarlo ni de imprimirlo. Y dos curiosidades más: por un lado, se podrá ojear durante un día la obra elegida y devolverla si no interesa, sin que compute como préstamo; por otro, hay que devolverlo digitalmente a los 21 días en todos los casos, sin la posibilidad de hacerlo antes aunque ya se haya terminado. El encargado de presentar la iniciativa ha sido el delegado provincial de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Francisco Díaz Morillo, quien resaltó que así las bibliotecas intentan adaptarse a una realidad social y ciudadana, como demuestra que ya el 60% de la población lee en soporte digital. A su juicio, la gran novedad de esta plataforma de préstamo de consumo legal de contenidos digitales es precisamente su carácter legal. Este nuevo servicio es un aliciente para la gente joven, explicó Anabel Fernández, directora de la biblioteca pública Infanta Elena, en la que tuvo lugar el acto de presentación. Y es un aliciente porque se trata de un sector de población al que le gusta leer en pantallas, con lo que se intenta combatir la creciente circunstancia de que cada vez más jóvenes están retirados de los libros. En paralelo, la biblioteca pública mantiene su servicio de préstamo de libros electrónicos (eReaders), cargados con más de 1.000 títulos libres de derechos de autor.