La inmigración irregular de magrebíes hacia España ha descendido a la mitad en los dos últimos años debido al aumento del control en las fronteras y a la situación económica y social de Europa, ha manifestado hoy el presidente de Cooperación y Desarrollo con el Norte de África (Codenaf), Said Bentrika.
Esta disminución se aprecia en el número de pateras detectadas, en las intervenciones de Marruecos y Argelia en las fronteras para limitar la salida de inmigrantes y en el descenso a la mitad de los inmigrantes irregulares detenidos por las fuerzas de seguridad, ha precisado a Efe el presidente de esta ONG de ámbito nacional.
Bentrika, que participa estos días en unas jornadas sobre migraciones en el Mediterráneo que tienen lugar en Málaga, ha afirmado además que tanto en España como en Europa se ha rebajado en gran medida la entrada de inmigrantes regulares e irregulares procedentes de países terceros en general, no sólo de Marruecos.
Las causas de este cambio de tendencia, en su opinión, se deben no sólo al aumento en los sistemas de control, sino también al descenso de la demanda de mano de obra.
El presidente de Codenaf ha señalado no obstante que este hecho no significa "una vuelta atrás", ya que expertos e informes europeos calculan que en los próximos 25 años los cambios económicos en los países más ricos causarán la necesidad de entre cinco y siete millones de inmigrantes para sostener la economía europea.
"La movilidad de las personas entre las fronteras es un hecho natural que ha existido siempre y que va a seguir existiendo, con menos afluencia o más, pero seguirá", ha declarado.
Por otra parte, Bentrika ha expresado a Efe que el descenso de la inmigración "no es la solución", sino que ésta se debe gestionar de una forma coordinada y con la participación de la sociedad civil y las asociaciones de inmigrantes porque es una "corresponsabilidad entre los países emisores de mano de obra y los receptores".
En este sentido, ha señalado las experiencias de trabajo en el campo por temporadas de mujeres marroquíes y que se podrían extrapolar a otros sectores diferentes a la agricultura.
En cuanto a la integración social de los inmigrantes, Bentrika ha asegurado que se debe promover a través de programas de integración, de la implicación de los ciudadanos y sobre todo de la participación social y política de los inmigrantes.
