Aunque enero no fue tan severo en la evolución de los precios de los alimentos, el hecho de que la mayoría siga al alza mete más presión a la cesta de la compra para unos consumidores cuya confianza ha caído en la economía en picado y hasta niveles mínimos.
El aceite de girasol, la leche esterilizada y la harina de trigo han sido los alimentos que más se encarecieron en enero respecto al mismo mes del año anterior, con incrementos desde el 33% al 20%, según los últimos datos publicados ayer por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
En concreto, el aceite lidera el ranking de alimentos que más han subido, con aumento del 33,87%, seguido de la leche esterilizada (el 25,42%), las harinas de trigo (un 21,89%); los limones (18,76%); las gambas congeladas (16,97%) y la carne de pollo fresca (16%).
Significativos encarecimientos, de entre el 15% y el 10% y en tasa interanual (acumulada en los últimos doce meses), tuvieron también los espaguetis (15,91%), las cebollas (15,13%), los plátanos de Canarias (13,39%); la docena de huevos (10,85%) y, por último, las sardinas (10,71%).
Por el contrario, se abarataron el aceite de oliva (un 13,43%) y, en menor medida, bajaron los precios de la trucha (3,45%), la lechuga (3,39%) el café soluble (el 2,65%) y los tomates para ensalada (2,31%). Pero de los 60 productos que analiza el Ministerio, sólo ocho logran reducir sus precios en el acumulado interanual.
Si se compara el precio de enero respecto a diciembre, los productos que se han encarecido fueron las judías verdes (9,59%), la bacaladilla (un 6,48%) y la pescadilla (5,79%), mientras que registraron aumentos menores el gallo (4,76%) y la merluza (4,01%).
El departamento que dirige Joan Clos subrayó que la leche esterilizada fue, no obstante, uno de los alimentos que bajó en tasa mensual (un 0,33% menos), junto a la carne de pollo (0,43%).
De los 60 productos de la cesta de la compra analizados, quince recortaron precios, aunque en la mayor parte de esos casos el porcentaje no alcanzó siquiera el 1%. En términos globales, pues, los alimentos se siguen encareciendo, tal y como quedó demostrado en IPC español, que reveló para enero una tasa interanual del 4,4%.
En picado. La confianza de los consumidores españoles descendió de nuevo en enero, por noveno mes consecutivo, debido, sobre todo, a la negativa percepción que tienen sobre la situación económica actual y las expectativas de empleo.
Así, según explicó ayer el presidente del ICO, Aurelio Martínez, en enero, el indicador retrocedió 1,4 puntos respecto a diciembre y se situó en 70,9 puntos, la más baja desde el cuarto trimestre de 2004, primer periodo del que se tienen datos estadísticos.