Local

Desde el hotel a la isla

El parque mágico y temático de Sevilla ofrece una oferta de turismo familiar difícil de desechar: tres entradas, hotel y viaje en AVE a precios más sufribles que el calor que se marca este mes de agosto

el 08 ago 2010 / 20:11 h.

TAGS:

Puede parecer que no tiene demasiado sentido pillar un hotel en Sevilla si se vive en la capital hispalense. Pero a estas alturas de verano, con los niños en casa desde hace semanas, meses, quién no necesita un respiro, una mañana en la que no hacer la cama, un desayuno preparado y servido por otro. Qué mejor manera de comenzar el día... Una vez el pie derecho ha sido depositado en la moqueta de ese lugar que sólo vela por la comodidad ajena, el verano se vuelve azul, los niños, adorables; el deseo de hacer turismo familiar mana. Al salir a la calle, los 40 grados hacen mella sobre la energía de cualquiera, pero hasta dan placer cuando se piensa que, con sólo andar media hora, el asfalto quedará atrás. Delante se avista la isla, esa que dicen que es mágica.

Y debe de serlo, al menos, para aquellos que han pasado ya un mes estival sin salir de la ciudad o la provincia. ¿Por qué? Porque muchos temían el mismo plan durante las semanas que restan para la vuelta al cole hasta que la isla les presentó el paquete mágico: una entrada infantil y dos para adultos al parque temático que incluyen el alojamiento de tres personas en hoteles de Sevilla y la provincia. ¿Por cuánto? Por precios más soportables que las temperaturas de agosto: 85 euros si el hotel es de tres o cuatro estrellas, y 105 euros si pernocta en el Barceló Renacimiento, ese de cinco estrella o de lujo -y estar de lujo por poco más de uno de los verdes, no tiene precio-. Además, el paquete Turismo Familiar de Isla Mágica contempla otras ofertas especiales según los días que se quiera permanecer en el hotel, así como para desplazarse en AVE. Con él, el parque temático se convierte aún con más razón, hasta el próximo 12 de septiembre, en el oasis del desierto sevillano, en el trampolín a la piscina hispalense que muchos, de aquí o no, pues abundan los turistas portugueses, anhelaban.

Pero además, la isla es mágica por otras muchas razones: las tarifas del parque temático no han variado con respecto a las del año pasado, sin embargo, se podrá disfrutar en él de unas cuantas novedades durante más días -hasta el próximo 6 de enero-. El Año Pirata, así se llaman los 170 días de esta temporada 2010 de Isla Mágica, incluye una nueva pero típica atracción: el Navío Barbarroja, que no es más que el barco vikingo que tanto éxito tiene en las ferias -ese que debe sentar mejor al estómago de estío, que cobija refrigerios y tentempiés fresquitos, que al de invierno, cuya base es el puchero-. Un total de 32 personas pueden exponer en él su cuerpo a oscilaciones de hasta 140 grados y a una altura de once metros. Y cuidado con el vaivén: dice la leyenda festiva que si a usted le surge la impúdica ocurrencia de esputar cuando el barco se mueve hacia donde logran mirar sus ojos, el salivazo siempre será devuelto a su lugar de origen.

Mejor dejarse de soeces y volver a la magia. El parque también cuenta este año con películas renovadas en sus cines: en Dimensión 4, que debe llamarse así por proyectar en 3D, Tortuga y, cómo no, Piratas. Y en Cinemoción, Skate al límite -qué mejor ocasión para enganchar una tabla sin miedo a sufrir más que cosquillas en la barriga-, y Viaje por el Gran Cañón -para que no se quede con la pesadumbre de no hacer turismo internacional-.

Además, también se han renovado los teatros y espectáculos que se dan en las calles de la isla: cómicos piratas atrapados por sus tripulaciones orientales tratarán de escapar de su cautiverio en Piratas a la fuga.

Mejor no enfrentarse a El Desafío que le lanza el verano con los niños a cuesta. Ya sea con la oferta del hotel o sin ella, la magia de la isla provocará en ellos, primero, exaltación, excitación; después, una vez en casa, agotamiento y a la cama. Entonces, otra vez le llegará a usted el turno de divertirse.

  • 1