La desesperación de algunas familias estadounidenses ante sus problemas hipotecarios les ha llevado a quemar sus casas para cobrar el seguro y pagar al banco, una dramática medida que suele costarles muy caro.
La crisis de las hipotecas de alto riesgo (subprime) desatada el pasado verano en EEUU ha hecho mella en los bolsillos de muchos ciudadanos en un país que vive a crédito. La refinanciación y la búsqueda de otros prestamistas es la fórmula más frecuente para hacer frente a las letras de la casa.
Sin embargo, algunos han optado por una solución más tajante para librarse de las asfixiantes deudas: quemar su casa, cobrar el seguro y pagar al banco. De hecho, en California, los incendios debido a esta situación se duplicaron el año pasado y la cifras en otras zonas del país, como en Colorado, también han aumentado.
"No es un fenómeno general, y además no tiene sentido", explica Marietta Rodríguez, directora financiera del programa hipotecario de NeighborWorks America, organización que se dedica a asesorar a las personas que no saben cómo hacer frente a sus hipotecas.
"Quemar la casa no es una solución en ningún caso. ¿Dónde van a ir? La compañía de seguros investigará el incendio para conocer las causas, luego no pagará la póliza y seguirán debiendo el dinero al banco", afirmó. Esta situación ya está sucediendo y tiene su final en los tribunales. Varios estadounidenses se han visto frente al juez en puntos del país como Michigan o California, acorralados por las aseguradoras y los bancos. Las sentencias suelen ser condenatorias y dejan a los acusados en libertad condicional, pero con un mayor número de deudas a sus espaldas, más los costes del juicio y sin la vivienda que les servía para avalar sus créditos.
En internet han empezado a proliferar blogs en los que gente que baraja la posibilidad de incendiar sus propiedades, pide consejo sobre el procedimiento a seguir posteriormente. Mensajes titulados como "No pago la hipoteca, quemo mi casa", "sálvate de pagar la hipoteca, quema tu casa", "impide que el banco se quede con tu casa con fuego", o "cómo quemar una casa por el seguro y salirte con la tuya", son meros ejemplos de una tendencia creciente.