Málaga y Motril: territorios populares. La caravana del PP se detuvo ayer en dos plazas amigas. En la capital, Mariano Rajoy se despidió de los simpatizantes andaluces hasta el 7 de marzo con una llamada al cambio en Andalucía. Puso ejemplos de que querer es poder: en Valencia, Madrid y Murcia, dijo, se pensaba que la alternancia era "imposible".
La "cabeza y el corazón" del eslogan del candidato a la Presidencia del Gobierno han solapado desde el inicio de la campaña electoral el "cambiar a mejor es posible" que vende Javier Arenas para el 9-M. La coincidencia electoral y, sobre todo, la sensación de que en los comicios generales hay más juego que en los autonómicos han hecho que en los discursos populares desde que empezó la campaña -incluso en los del propio Arenas- Zapatero y sus políticas hayan centrado la estrategia. El líder andaluz ha perlado sus intervenciones de reproches a los 25 años de socialismo y de explicaciones de su programa, pero todo eso ha terminado casi siempre quedando en un segundo plano. Como anécdota, Celia Villalobos se olvidó ayer de darle paso en el mitin en Málaga. En el escenario, no había ni un cartel con el lema autonómico.
Con la marcha de Rajoy de la escena andaluza, arranca la auténtica campaña de Arenas. En estos días de agenda compartida, en cualquier caso, el PP-A ha logrado que el máximo dirigente de su partido neutralice los desafortunados comentarios sobre Andalucía de Manuel Pizarro, el fichaje económico del PP. Rajoy no ha venido en campaña a esta tierra para decir que es la más subsidiada -como hizo Pizarro- sino para vender un cambio sobre el que ayer se explayó en Málaga, donde le recibieron con un pabellón deportivo lleno con al menos 6.000 personas y a ritmo de salsa.
Rajoy dijo estar "absolutamente" convencido de que el "mejor potencial" de Andalucía es "su gente", la clave con la que cuenta el PP para lograr el "despegue" de la comunidad autónoma. "Parecía imposible ganar en Madrid, Valencia o Murcia y durante años gobernó el PSOE. Un buen día la gente apostó por el cambio. ¿Por qué no puede ocurrir lo mismo?", reflexionó el líder de la oposición.
La "foto fija" de Andalucía, según dijo Javier Arenas poco después, se puede cambiar el próximo 9-M. "Presidente, presidente", le gritaron los jóvenes. "Ahí estamos...", les respondió el candidato andaluz. "Lo voy a ser seguro", repuso.
