Arzu, ayer entre Fernando Vega y Capi.
El sainete organizado por el Betis en la sobremesa del lunes fue aparentemente resuelto ayer en la calle Jabugo, donde Manuel Ruiz de Lopera recibió primero a Víctor Fernández y después a los cuatro capitanes de la plantilla para aclarar el lío formado a raíz de que el entrenador afirmase que "el ascenso es casi una quimera". El máximo accionista hizo ayer lo que el sentido común decía que debería haber hecho anteayer: por un lado, hablar con el técnico para expresarle su descontento por unas declaraciones que entendió como derrotistas; y por otro, reunirse con los futbolistas para pedirles, exigirles incluso, que mejoren su rendimiento porque así no hay ascenso que valga. Como el lunes no hizo eso sino todo lo contrario (atacar al míster y a la plantilla a través de su radio), Lopera recibió ayer a un Víctor enfadado y a unos futbolistas indignados, pero ocurrió lo de siempre: el que manda atendió las quejas de sus empleados, éstos suavizaron el tono y quien se disculpó no fue Lopera sino el director de comunicación.La crisis ya quedó bastante encarrilada tras la visita matinal de Víctor a Lopera. La prueba es que el mismo programa que 24 horas antes había lanzado esas feroces críticas al maño y a sus futbolistas empezó esta vez con el mensaje opuesto. "Hay desavenencias en todas las familias, pero lo importante es que todos rememos en la misma dirección. Estoy convencido de que Víctor es el hombre que va a levantar el ánimo del grupo. Está capacitado e ilusionado porque me lo dijo ayer. Con este Víctor podemos estar tranquilos", comentó el director de comunicación.
El extraño giro del discurso, tan radicalmente distinto, también incluyó a los futbolistas. Los que el día antes tenían "unos grandes salarios" y sólo valían "para coger la nómina" de repente pasaron a ser unos empleados modélicos que se habían entrenado "con casta, seriedad y ganas". "Si los aficionados lo hubiesen visto, habrían cambiado de opinión. Han defendido la camiseta con dignidad, sacrificio, esfuerzo y tesón. Así sí se puede depositar toda la confianza en esta plantilla, que es la mejor de Segunda", proclamó.
El terreno ya estaba abonado para la reunión vespertina. Los capitanes (Arzu, Melli, Rivas y Nano) pidieron cita a Lopera y el consejero delegado los recibió junto al director deportivo, Manuel Momparlet, y el director de comunicación, Iván Larriba. Éste se disculpó y aseguró que su intención había sido motivar al plantel, mientras que los futbolistas solicitaron respeto y unidad para los seis partidos que quedan. El tono de la charla fue cordial y los capitanes informarán hoy a sus compañeros. Los jugadores se plantearon ayer por la mañana vetar a los medios del club, pero es muy posible que hoy, en vista de lo ocurrido ayer por la tarde, reculen y den un paso atrás.