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Detea derriba una sede de la Policía Local para no pagar mantenimiento

El Consistorio aún no ha desalojado los otros dos edificios por los problemas de la sede de Ranilla

el 31 ago 2011 / 19:54 h.

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No está el patio para gastos innecesarios, así que la empresa Prodetea (Detea Corporación) ha decidido demoler, con sus propios medios, el edificio conocido como Charli III, una de las tres sedes de la Policía Local en la Cartuja, que ya es propiedad suya para no incurrir en gastos de mantenimiento, una vez desalojado por el Ayuntamiento. Así se evita además, que en el edificio entren okupas o que tenga que arreglar desperfectos en la fachada.

Así lo explicó ayer la empresa tras acometer el derribo en apenas cinco días, si bien la constructora no quiso desvelar aún qué futuro tendrán estos suelos.

Este edificio en Américo Vespucio, en la antigua banda de servicios de la Expo'92, al igual que los otros dos que albergaba a la Policía Local son ya propiedad de Detea porque el acuerdo para levantar la nueva sede municipal en la Ranilla incluía la entrega de las tres sedes policiales de La Cartuja como contraprestación.

No obstante, el retraso en acabar las obras del edificio en el antiguo solar de la cárcel hizo que el Ayuntamiento tuviese que empezar a pagar a Detea por los aplazamientos, un extremo que el alcalde, Juan Ignacio Zoido, conoció tras el traspaso de poderes y confirmó a este periódico.

Ante este panorama, el Gobierno local asumió la decisión de trasladar una de las tres sedes de la Policía, el edificio ahora demolido, a los bajos de Marqués de Contadero como un mal menor. Una medida que, según el portavoz de Gobierno local, Curro Pérez, se tuvo que tomar para dar una solución a los contratos existentes por los edificios propiedad de Detea que no han sido abandonados debido a los problemas de la obra de La Ranilla. Y es que el nuevo edificio para la Policía no está listo y no hay dinero ni para hacer la mudanza.

"Tenemos que ir entregando parte de la sede porque está en el contrato. Si no lo hacemos, será un incumplimiento del contrato con una penalización. A los bajos de Marqués de Contadero se ha trasladado el almacenamiento y no están afectados los servicios", explicó Pérez, quien subrayó que "no hay dinero" para el traslado y que las obras de la Ranilla no se han podido finalizar. Pese a esto, a los locales del río, que cuentan con un informe contrario del servicio de Prevención de Riesgos Laborales al existir "un riesgo grave e inminente", no sólo se ha trasladado el almacén. También el servicio de vestuario, la oficina técnica y despachos sindicales ubicados antes en el edificio Charli III.

Además, el PP admitió que el Consistorio llevaba meses sin pagar los alquileres que le correspondía a Detea. Las diferencias internas entre las delegaciones de Urbanismo y Patrimonio derivaron en varios meses de impagos y en una deuda acumulada de alrededor de 800.000 euros asumida por la Intervención municipal, junto a otros pagos pendientes.

Esta deuda corresponde a los tres edificios de la Cartuja, aunque de momento sólo uno se ha desalojado. En los otros dos que todavía están en la Cartuja quedan las propias dependencias de la Jefatura, los despachos de los mandos, Recursos Humanos, la Unidad de Medio Ambiente, la de Motos, la de Gestión de Atestados, la de Intervención Nocturna, la Inspección de Guardia, los grupos de Escoltas, Giralda y Diana, y los talleres.

Todo ello debería ir a La Ranilla, pero hay problemas. La sala de transmisiones no existe porque tras los cambios en el proyecto nadie explicó a los responsables de la obra qué necesidades tenía que albergar, mientras que la Academia de Policía -arrinconada en la antigua sede de la junta del distrito Cerro-Amate, en Rochelambert-, la galería de tiro y los aparcamientos tampoco están resueltos.

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