La Guardia Civil detuvo hace unos días a G.B.C., de 67 años por tenencia ilícita de armas. Y es que tenía en su casa un auténtico arsenal: dos ametralladoras de gran calibre, un proyectil de cañón antiaéreo y 1.300 cartuchos. Además, carecía de licencia de armas por antecedentes de violencia doméstica.
La investigación comenzó cuando varios componentes del equipo de la Policía Judicial y del puesto principal de Utrera se encontraban realizando una inspección ocular en una nave, al tener conocimiento de un presunto robo. Entonces, los guardias civiles observaron, en una nave anexa a la que estaba siendo estudiada, la existencia de una gran cantidad de efectos militares. De un primer vistazo, los agentes hallaron una granada de mortero situada en una estantería, a los pies de la cual estaba ubicada una ametralladora de gran calibre, que se encontraba colocada en un trípode, y otra igual en el interior de una caja. Fue, pues, un descubrimiento casual que sorprendió al equipo.
Después del estupor inicial al descubrir el citado armamento, los guardias civiles llevaron a cabo distintas pesquisas que les permitieron determinar que el dueño de la nave carecía de las correspondientes licencias de armas en vigor. Igualmente, carecía del libro de coleccionista, que en un momento dado le hubiera permitido estar en posesión de dicho material.
Posteriormente, los agentes averiguaron que, a pesar de que en su día este hombre sí estuvo en posesión en una licencias de armas, le fue revocada al tener antecedentes por violencia doméstica que no trascendieron.
Con todos estos datos, la Guardia Civil pudo constatar la gran afición que tenía esta persona por las armas. Precisamente debido a ello, y ante la posibilidad de que pudiera tener más en su casa, los componentes de la Policía Judicial solicitaron una orden de registro. De este modo, en uno de sus inmuebles, además de abundante munición, los guardias civiles encontraron una escopeta, varios elementos de fusiles, cuatro carabinas de aire comprimido y otras armas de guerra prohibidas. Mientras, en el otro registro, los agentes hallaron cinco fusiles, dos cetmes y otros tres Mauser, y nuevamente, abundante munición.
Una vez localizado todo el armamento que este hombre tenía en su poder, parte del cual estaba inutilizado, según informaron ayer fuentes de la Guardia Civil, fue todo el material intervenido por parte de los agentes.
Por estos hechos, la Guardia Civil de Utrera procedió a la detención del sujeto por los presuntos delitos de depósito de armas y munición de guerra y tenencia ilícita de armas. El individuo fue puesto a disposición judicial, quedando en libertad posteriormente, según precisaron las mismas fuentes.
