La operación policial en la que hace poco más de una semana era detenido en Écija un individuo de 36 años de edad y de nacionalidad rumana ha derivado en la desarticulación de de un clan familiar que se dedicaba simultáneamente a la explotación sexual de mujeres traídas desde Rumanía y al robo con fuerza en domicilios de la localidad.
Las investigaciones se iniciaron tras denunciar una joven rumana de 20 años que estaba siendo obligada por un compatriota suyo a ejercer la prostitución "bajo amenazas de muerte y continuas palizas", según explicó ayer la Policía Nacional a través de un comunicado.
La joven estaba encerrada en un piso del número 3 de la calle Carmona, custodiada por miembros del clan, que le habían quitado la documentación para evitar que huyera, y que era obligada a entregar a C.G., el detenido la pasada semana, el dinero que ganaba ejerciendo la prostitución.
En ese piso, los miembros de la familia guardaban los objetos sustraídos en diferentes robos y hurtos en establecimientos y vehículos para venderlos en el mercado negro. En el registro de se encontraron "radio CD de vehículos, ropas de diferentes firmas con sus etiquetas y alarmas de seguridad, teléfonos móviles, zapatos y herramientas", según la Policía, que afirma que la mayoría de los objetos ha sido devuelta a sus dueños después de que éstos los reconocieran como suyos.
La Policía Nacional detuvo al cabecilla del grupo en el polígono industrial El Limero, junto a otro compatriota suyo, cuando precisamente esperaba a la víctima para trasladarla al piso y exigirle el dinero ganado ejerciendo la prostitución. En este polígono, eran explotadas las jóvenes.
En total han sido detenidas tres personas: el citado C.G., de 36 años y con antecedentes policiales por delitos similares; su padre, C.S., de 59 años; y C.P., de 40 años, encargado de las labores de seguridad y conductor de los dos anteriores, todos de nacionalidad rumana. Se les imputan delitos contra la libertad sexual, contra el patrimonio, y de receptación de objetos robados.
Según la información facilitada por la Policía, en el momento de la detención C.G. escondía en el bolsillo un machete de 14 centímetros, y C.P. varias ganzúas "de las que se utilizan para forzar la cerradura de los vehículos".
Los detenidos han sido puestos a disposición judicial aunque la investigación sigue abierta ya que la policía no descarta más detenciones y la posibilidad de identificar a otras posibles víctimas de esta trama de explotación sexual.
