La Policía Nacional ha detenido en el aeropuerto de Sevilla a una persona, un varón nacido en Paraguay en el año 1989, por un delito contra la salud pública, ya que supuestamente pretendía introducir en la ciudad casi un kilogramo y cuarto de cocaína de gran pureza mediante el sistema de impregnación de diferentes prendas de vestir y en piezas de tela insertadas como forro o relleno de diversos abrigos. Según informa la Policía en un comunicado, la detención se produjo el 25 de marzo, cuando fue detectada e identificada en el aeropuerto como pasajero en un vuelo de los denominados "calientes", procedente de Brasil, vía Lisboa.
En dependencias policiales su equipaje fue registrado y hallaron en el interior de una de sus maletas nueve chaquetones de varias marcas y tallas, tanto de mujer como de hombre. Así, el supuesto viajero, cada vez más nervioso y agitado, no supo explicar el motivo a los agentes dando respuestas incoherentes y negándose finalmente a revelar el porqué de estas prendas entre su equipaje. Sometidas las mismas a una inspección detallada, los policías, adscritos al Grupo II de la Udyco de esta Jefatura y a la Comisaría del Aeropuerto, encontraron en su interior unas láminas de tela y de cartón, tan finas que burlaban los escáneres habituales, que estaban impregnadas de una sustancia pulverulenta que una vez analizada resultó ser cocaína de gran pureza y que pesó 1.200 gramos. 
Esta detención supone el último paso de una investigación policial de carácter internacional y, finalizadas las diligencias policiales, el detenido, al que no le constaban reseñas anteriores en nuestro país, pasó a disposición judicial, que dictó su inmediato ingreso en prisión. La Policía ha destacado que, gracias a investigaciones en otros países y la consecuente información recibida a través de la División de Cooperación Internacional y las unidades especializadas que la integran, como Europol e Interpol, las operaciones contra el narcotráfico desarrolladas por terceros países pueden continuar en el nuestro gracias a los protocolos de cooperación policial internacional, facilitando de esta manera la lucha contra este tipo de ilícitos, dado el fuerte carácter transnacional de las organizaciones criminales implicadas.
