La Policía Nacional ha detenido en el aeropuerto de Sevilla a un joven de 20 años acusado de transportar desde Brasil 5,2 kilos de cocaína que había camuflado en el interior de tres máquinas de hacer masa. Fue descubierto porque los artilugios pesaban demasiado.
El detenido, Rafael H.F., al que le constan varias detenciones anteriores, había llegado a Sevilla en un vuelo procedente de Lisboa y ya ha ingresado en prisión por orden judicial, según informó ayer la Jefatura de Policía Nacional en un comunicado.
Los agentes que controlan el aeropuerto estaban en guardia, porque en los últimos meses se habían detectado grupos especializados en introducir droga en España, sobre todo cocaína de gran pureza, procedente de países sudamericanos y en especial de Brasil. De hecho, la Guardia Civil detuvo el pasado mes de noviembre a 14 personas al desarticular una red que se dedicaba a traer droga brasileña a España.
Cuando los agentes del aeropuerto procedieron a revisar el equipaje de este joven a su llegada a San Pablo, comprobaron que llevaba dentro de sus maletas tres máquinas de hacer masa, cada una de ellas compuesta por dos cilindros metálicos.
Al darse cuenta de que el peso de los artilugios era superior al que le correspondía por su tamaño, y que el material sonaba a compacto, como si tuvieran algo en su interior, los policías comprobaron que el extremo de los cilindros parecía estar encajado a presión -como si fueran tapaderas- y procedieron a su apertura. En el interior de cada cilindro encontraron una bolsa de plástico con una sustancia blanca, compacta y en roca, que una vez analizada se reveló como cocaína de gran pureza.
La droga intervenida habría alcanzado en el mercado un valor de 300.000 euros, aunque si se hubiera cortado o vendida al por menor, el valor podría alcanzar hasta los 550.000 euros, según los cálculos policiales.
Hace tan sólo dos semanas, la Guardia Civil arrestó a otra joven, de 23 años y nacionalidad brasileña, por transportar en el doble fondo de su maleta un kilo y medio de cocaína, que fue detectada por uno de los perros antidroga del aeropuerto de Madrid, y que debía ser entregada en Sevilla, donde se realizó una entrega controlada a la dueña de la maleta, que después de ser identificada quedó detenida por un delito de tráfico de drogas.
Escondrijos. Las formas en las que los correos de la droga disimulan la droga para introducirla a través del aeropuerto llegan a ser derroches de imaginación: en marzo del año pasado, a un viajero se le incautaron 18 kilos de esta misma sustancia, que había ocultado en el interior de pasteles, que también fue detectada por los perros antidroga.
