Un joven de 22 años fue detenido por la Policía Local la madrugada de ayer en la barriada de Los Pajaritos, acusado de un delito de violencia de género, tras agredir con un palo a su pareja y, de paso, a su suegra. La que se llevó la peor parte fue la chica, de 21 años, con quien el arrestado tiene una niña de cuatro años de edad, y que tuvo que ser atendida en un centro de salud al haber sufrido varias contusiones, una de ellas en la cabeza. Al parecer, la agresión comenzó cuando la suegra recriminó al detenido que hubiera pegado previamente a su hija, tras haberle descubierto a la chica moratones en los brazos, y el joven la emprendió a palos.
El aviso lo dio, en torno a las dos de la madrugada, una vecina que presenció el tumulto y alertó al 112, asegurando que estaba viendo en la calle Gavilán a un grupo de personas agrediéndose con palos, por lo que en los primeros momentos se creyó que se trataba de una reyerta, según indicaron fuentes del teléfono único de emergencias. Al lugar acudió una decena de patrulleros tanto de la Policía Nacional como de la Local, que se encontraron a la chica herida, con un enorme chichón en la cabeza, y acompañada por su madre.
Las víctimas relataron a la Policía que el incidente comenzó cuando la joven, que había salido a dar un paseo, volvió a su casa con moratones en los brazos. La madre sospechó que el autor de las lesiones era su pareja -y padre de su hija- y salió a buscarlo, topándose con el agresor en cuanto salió a la calle. El joven regresaba, además, con intención de volver a agredir a la joven, por lo que la madre de la chica se metió por medio y el agresor comenzó a asestarles golpes con un palo a las dos.
La joven facilitó a los agentes una descripción del agresor, que fue localizado poco después por un patrullero de la Policía Local muy cerca del lugar del incidente, en la calle Pegaso de la barriada de Madre de Dios, colindante con Los Pajaritos.
El agresor, identificado como J.M.R.S., llevaba todavía sangre en las manos, por lo que fue inmediatamente detenido por un delito de violencia en el ámbito familiar, según explicaron fuentes policiales. El hombre ya había protagonizado incidentes parecidos en ocasiones anteriores, según añadieron estas fuentes, que precisaron que la pareja mantenía una relación estable, pero no vivían juntos en el mismo domicilio.
La víctima, por su parte, fue trasladada por los agentes a un centro de salud, donde fue sometida a diversas pruebas para conocer el alcance de las lesiones, ante el temor de que además de las contusiones hubiese sufrido también alguna fractura, y salió del ambulatorio con un brazo en cabestrillo. También se sometió a pruebas para verificar la magnitud del fuerte golpe con el palo que había recibido en la cabeza.
El detenido, por su parte, fue llevado a dependencias policiales mientras los agentes finalizaban las diligencias y aportaban las pruebas necesarias. El caso recaerá, casi con toda probabilidad, en el Grupo Diana de la Policía Local, especializado en violencia de género, que deberá completar la investigación y aclarar el motivo de la pelea original, así como los antecedentes y otros aspectos que puedan sustentar la acusación por violencia de género.
