Dos Hermanas quedó en la tarde noche de ayer completamente consternada tras conocer la muerte violenta de tres miembros de una misma familia a manos de otro familiar. La Policía Nacional detuvo a Luis B.T., de 34 años de edad, acusado de matar presuntamente a sus padres, de 65 y 64 años, y a su hermana, de 36, con un arma blanca en el interior del domicilio familiar, situado en el número 10 de la calle San José del municipio nazareno.
El arrestado, que padece trastornos psicológicos, se dirigió a los Juzgados de la localidad para entregarse voluntariamente y allí confesó ser el responsable de las tres muertes, según precisaron fuentes cercanas al caso, que apuntaron a que el triple crimen pudo cometerse muchas horas antes de que se hallaran los cuerpos, incluso durante la madrugada del jueves.
El presunto parricida, al que los vecinos señalan que era “conocido por sus episodios violentos”, se encargó de limpiar el piso tras cometer el triple asesinato y, según reseñaron las fuentes, dejó por escrito el relato de los hechos. Pero no solo eso, según apuntaron, antes de entregarse se encargó de dejar “colocados y agrupar” los cuerpos sobre la cama, que cubrió con una manta.
Los padres, Donato B. S. y Ángela T. S., que eran naturales de Salamanca, sí eran conocidos en el barrio aunque no tenían mucho trato con el vecindario y se les veía poco por el pueblo, pero el progenitor, tiempo atrás vendía ropa en un local cercano a la vivienda familiar y llevaban residiendo varias décadas en la ciudad.
Después de ese negocio, la familia montó una empresa de construcción, en la que el detenido llegó a trabajar un tiempo, y a la que la crisis del sector golpeó de lleno, según narraban anoche algunos de los vecinos, que señalaban que la familia tenía problemas económicos y deudas por este motivo. La hermana, Inmaculada, era abogada y trabajaba como procuradora en los Juzgados de Dos Hermanas.
Los vecinos reseñaron que durante un largo periodo de tiempo no se vio a Luis por la zona, pero que sin embargo después de Navidad sí reapareció por la casa familiar. Algunos apuntaban la posibilidad de que hubiera estado internado en algún centro durante ese tiempo.
Para el entorno de la familia, los problemas psicológicos del presunto parricida eran evidentes. “Iba por la calle dando voces y gritos, golpeando los cuadros de luz y las puertas de los supermercados y los bancos, y hablando solo por la calle. El miércoles pasado se lo encontraron gritando en la estación de Renfe” de la localidad nazarena, como ya había pasado en alguna otra ocasión.
Según algunos testigos, era comentado que “maltrataba desde hacía tiempo al padre” y reconocían que algunos vecinos habían tenido “problemas” con él. No era la primera vez que se producía un altercado en la casa de la familia.
De hecho, la Policía y hasta el servicio de ambulancias tuvieron que acudir “más de una vez por las riñas y las peleas” y, en algunas de esas ocasiones, “las ambulancias se llevaron a Luis”, relataban los vecinos de esta calle.
La Policía Nacional, que mantuvo acordonado el entorno del lugar del suceso, hasta donde se acercaron multitud de vecinos y medios de comunicación, se ha hecho cargo de la investigación. Poco antes de la medianoche los cadáveres fueron trasladados por los servicios funerarios de Servisa, después de que el juez de guardia autorizase el levantamiento de los mismos, a los que se les realizará la autopsia. Pocos minutos después la casa quedaba precintada por la Policía y comenzaba a replegarse el dispositivo.
El Ayuntamiento, dirigido por el socialista Francisco Toscano, ha eludido hacer por ahora comentario alguno sobre el trágico suceso que ha dejado conmocionado a toda la ciudad nazarena.
