M.E., vicepresidente del movimien- to islámico de Algeciras (Cádiz), fue detenido ayer junto a cinco personas más, acusado de colaborar con una banda de narcotraficantes que mercadeaban entre su ciudad y Algeciras. No sólo será acusado de colaborar con las mafias de la droga en el Estrecho sino que, según informó Europa Press, M.E. podría tener conexiones con células terroristas islamistas que se financian con la venta de hachís.
La Guardia Civil registró en la mañana de ayer su vivienda, ubicada en la zona turística de El Rinconcillo, y más tarde hizo lo propio en varios locutorios que regenta el detenido en Algeciras y en una pastelería que posee en La Línea de la Concepción. Por el momento no ha trascendido qué tipos de lazos mantiene con grupos yihadistas.
También ayer se supo que el movimiento Salafia Yihadia (Autenticidad y Tierra Santa), que se financia con el narcotráfico y la venta de coches robados, contaba hasta la pasada semana con una tupida red de apoyos en la comunidad andaluza. Los tentáculos en España de este grupo terrorista se han descubierto tras la detención de cinco varones de origen marroquí -tres con nacionalidad española- en distintas ciudades de su país, que habían cruzado el Estrecho después de vivir varios años en la provincia de Cádiz, en la capital, en Algeciras y en La Línea de la Concepción, donde tenían viviendas, según explicaron ayer fuentes del Ministerio del Interior.
En estas localidades contaban con una decena de colaboradores, a los que se sigue vigilando pese a que, por el momento, no hay motivos para detenerlos. En la mayoría de los casos, suministraron a los ahora arrestados ayuda logística (dinero, contactos de su red social, medios de transporte, vivienda) de forma puntual. La célula desarticulada en Marruecos tenía su cuartel de operaciones en Cádiz, en una vivienda que mantenían cerrada y a la que iban de forma ocasional, para demostrar que estaba ocupada, según informó ayer El Mundo. Pensaban usar la vivienda como espacio para reunir a los adeptos que estaban reclutando en su país y que deberían convertirse, en un futuro "corto", en terroristas, suicidas o no.
Lo demuestra la gran cantidad de material incautado, listo para el adoctrinamiento, entre el que se encuentra propaganda yihadista lograda en internet, manuales de martirio y archivos de vídeo y audio con mensajes que llaman a la guerra santa. La intención de los miembros de Salafia Yihadia era lograr voluntarios suficientes para atentar primero en Marruecos -en enclaves turísticos en los que recalan numerosos occidentales- y, a continuación, en España. No han trascendido los objetivos que tuvieran pensado atacar en la península de forma inmediata, aunque Ceuta siempre ha estado en su diana.
