Una simple rencilla doméstica ha acabado por convertirse en un supuesto delito de estafa. Un joven sevillano ha sido detenido tras robar la tarjeta bancaria de un vecino de su buzón y hacer uso de ella para realizar compras por distintos establecimientos, suplantando la identidad de la persona con la que mantenía un enfrentamiento. El detenido, que según las investigaciones policiales atravesaba una delicada situación económica, llegó a acumular una deuda superior a los 600 euros.
Según informó la Policía Nacional a través de un comunicado, los agentes conocieron los hechos cuando un vecino de la capital interpuso una denuncia el pasado mes de julio en la Comisaría del Distrito Nervión en la que manifestaba que los servicios financieros de un conocido establecimiento comercial se habían puesto en contacto con él para notificarle una deuda superior a 600 euros, en concepto de compras realizadas con una tarjeta a su nombre. Unos gastos que según el manifestante no había realizado, y que fueron la primera pista que siguieron los agentes para localizar al supuesto estafador.
La tarjeta de crédito en cuestión había sido remitida por parte del referido comercio al domicilio de la víctima, sin que la misma hubiese llegado a estar en ningún momento en propiedad del afectado. Un hecho que le llevó a sospechar que alguien se la había sustraído y estaba haciendo uso fraudulento de la misma.
Asimismo, los gastos realizados eran de muy distinta naturaleza, desde compras en bares y restaurantes, hasta joyerías, pasando por recargas telefónicas. Las primeras pesquisas se centraron en estos movimientos realizados por el estafador dando como resultado su descripción física que no levantó sospechas. Si lo hizo su comportamiento llegando a consumir 15 cervezas en un mismo establecimiento.
Con los datos descriptivos del supuesto estafador y el hecho de que la tarjeta pudiera haber sido sustraída del buzón de la víctima, la investigación se centró en la figura de un vecino del mismo bloque con el cual el perjudicado había tenido alguna rencilla y le constaba que estaba pasando un mal momento económico. El hombre fue reconocido por varios trabajadores de los distintos comercios en los que hizo uso de la tarjeta, hecho que propició su detención por parte de la Policía.
Finalmente, y tras las oportunas investigaciones, los agentes detuvieron a un vecino de la víctima como presunto autor de los hechos, tras comprobar que el detenido había hecho uso de una denuncia que él mismo había interpuesto con la intención de modificar el nombre, para que en lugar del suyo, apareciera el de la víctima y así poder acreditar su falsa identidad con la que hacer un uso fraudulento de la tarjeta.
El detenido, que no contaba con antecedentes policiales previos, fue puesto a disposición de la autoridad judicial como presunto responsable de sendos delitos de usurpación del estado civil y estafa, tras realizar compras en distintos establecimientos por valor de 629,47 euros.