La Policía Local de Sevilla, adscrita a la Delegación de Convivencia y Seguridad del Ayuntamiento hispalense, ha puesto a disposición judicial a un vecino de Sevilla, de unos 30 años de edad, tras ser sorprendido conduciendo un turismo de forma temeraria teniendo retirado el carnet de conducir y triplicando la tasa de alcohol, mientras que en una segunda intervención también se ha detenido a otro conductor por ir ebrio y estar reclamado judicialmente.
En una nota, el Ayuntamiento ha señalado que la primera intervención de la Policía Local corrió a cargo de un agente de paisano al que le sorprendió la conducta irregular de un conductor, por lo que alertó a varias dotaciones de este cuerpo en una céntrica calle de la ciudad, ya que fue en esta zona donde el infractor conducía de manera negligente, con el consiguiente peligro para los demás usuarios que en esos momentos estaban en la zona.
Un patrullero de la Policía Local localizó e interceptó a esta persona, procediendo de inmediato a su detención, con la intención de identificarlo y poder comprobar la situación administrativa del turismo.
Identificado el conductor, los policías locales comprobaron que presentaba síntomas evidentes de ir ebrio, por lo que fue trasladado a las dependencias de este cuerpo en la Isla de la Cartuja, donde se le hicieron las respectivas pruebas de alcoholemia; al final, arrojó una tasa positiva y llegó a sobrepasar el triple de lo permitido legalmente. Asimismo, se comprobó que carecía de permiso de conducir al habérselo retirado previamente por la perdida total de puntos.
Un segundo conductor ha sido detenido por sobrepasar la tasa de alcohol y poseer una reclamación judicial. En este caso, la Policía Local ha puesto a disposición judicial a otro conductor, en esta ocasión de 43 años, al ser sorprendido conduciendo bajo los efectos del alcohol y tener a su vez una reclamación judicial.
Los hechos se sucedieron cuando una dotación de la Policía Local se percató de la presencia de un turismo que circulaba de forma temeraria por la avenida de Jerez y que, sorpresivamente, impactó con varios bordillos de la calzada.
Fue en este instante cuando fue observado por los policías locales, que procedieron a su interceptación, aunque el conductor, al sentirse requerido por los agentes, intentó eludir su detención emprendiendo una huida; a los escasos metros fue interceptado y detenido.
Interceptado el vehículo, la Policía Local observó que su conductor podía ir ebrio, efectuándosele por ello las respectivas pruebas de alcoholemia, arrojando una tasa positiva. En dependencias policiales se verificó su identidad, comprobándose que estaba reclamado por un juzgado de Sevilla.