Un agente de la Guardia Civil, que se encontraba fuera de servicio, ha detenido al conductor de un vehículo que carecía de permiso de conducir y arrojó una tasa de alcohol superior a la permitida, y que tras haber atropellado a un motorista en Sevilla intentaba darse a la fuga.
Los hechos se produjeron en la madrugada del pasado 28 de marzo cuando un agente de la Guardia Civil que circulaba con su vehículo desde el Puente de las Delicias hacia la Avenida de La Raza de la capital hispalense, rebasó una motocicleta conducida por un varón y, segundos después, escuchó el estruendo causado por un accidente.
El agente, de paisano, observó por el retrovisor al motorista por los aires y a un vehículo que embistió la motocicleta, y cómo el conductor del coche emprendía la huía a gran velocidad con el parabrisas hundido, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.
En ese momento, el agente dio alerta a los servicios de emergencia 112 e inició una maniobra de seguimiento para cortarle el paso al vehículo en fuga hasta que en la Calle Tarfia consiguió culminar la maniobra de bloqueo al vehículo huido.
Tras bajarse de su vehículo e identificarse como agente de la guardia civil, comprobó síntomas evidentes de alcoholemia en los ocupantes del vehículo y comentarios acerca de quién debían decir que conducía el mismo.
Casi simultáneamente, un turismo con dos personas que resultaron ser policías de paisano y en servicio, detuvieron a V.S.M. de 28 años y vecino de Sevilla, quien ante los agentes de la Policía Local que le practicaron las pruebas de impregnación alcohólica arrojó un resultado de 0,85 miligramos por litro de aire expirado, además de carecer de carné de conducir y con numerosos antecedentes.
