Agentes de la Guardia Civil de Sevilla y de Utrera han detenido en esta localidad a un conductor por un delito contra la seguridad del tráfico, al circular de forma temeraria bajo los efectos de sustancias estupefacientes y careciendo, además, del permiso de conducir.
Los hechos comenzaron en un punto de verificación de alcoholemia establecido por la Guardia Civil en la carretera A-362, que une las localidades de Utrera y Los Palacios. En el citado lugar se procedió, por parte de un agente, a ordenar la parada de un vehículo en el que circulaban cuatro personas. Sin embargo, lejos de atender las órdenes del mismo, el coche emprendió una rápida maniobra de evasión, dejando tirado en la calzada a uno de los integrantes del dispositivo tras golpearle con el espejo retrovisor del turismo.
A continuación, se produjo una veloz huida por esta vía de circulación en dirección a Utrera, en la que produjeron continuadas invasiones al carril reservado a los vehículos que circulan en sentido contrario y adelantamientos antirreglamentarios, en los que -según explicó la Benemérita- estuvo en peligro tanto la integridad física de los ocupantes del vehículo como los del resto de los usuarios de la carretera.
SEGUIMIENTO. Mientras los agentes realizaban "un prudente seguimiento del vehículo huido, con la confianza de que las señales de los agentes sirvieran para alertar al resto de conductores de una situación anómala y prevenirlos de peligro", la Guardia Civil coordinaba un dispositivo a la entrada de la localidad utrerana, para intentar detener al individuo.
Este dispositivo se vio favorecido por la acción de los tres pasajeros que consiguieron aminorar la velocidad del vehículo, y finalmente la Guardia Civil logró que el vehículo se detuviera, "sin que se produjera la tragedia que durante 9 interminables kilómetros se temió".
Por éstos hechos, JFPB, de 26 años y vecino de Alcalá de Guadaíra, fue detenido por la Benemérita y manifestó haber consumido cocaína, dando positivo en la prueba de detección.
Una de las pasajeras del vehículo manifestó ser la expareja del detenido, tener una orden de alejamiento y haber sido maltratada de obra, "hechos que indicaban los desperfectos en sus ropas".
Ante esta situación, la Benemérita procedió a proporcionarle una atención inmediata a la mujer, acorde a las circunstancias, y posteriormente a formalizar denuncia en dependencias del Puesto Principal de Utrera por tales hechos.
