La Guardia Civil ha detenido en Sevilla a un padre y a su hijo menor de edad en una operación en la que se ha incautado de 359 kilogramos de hachís y de cerca de un kilogramo de cocaína, parte de la cual estaba escondida en los vehículos expuestos en un local de compraventa propiedad del primero.
Según ha informado hoy el Instituto Armado en un comunicado, también se ha intervenido en la operación un laboratorio para el corte de la cocaína con útiles y sustancias para ello. Realizada una inspección en ese local, los agentes descubrieron que parte de la droga se escondía entre unos neumáticos y en dos bolsas de rafia en el maletero de uno de los vehículos expuestos, por lo que fueron detenidos el dueño del local de compraventa y su hijo.
Al continuar las investigaciones, los agentes descubrieron en un piso del detenido nueve bolsas de polen de hachís ocultas en los armarios y, posteriormente, en un trastero se hallaron útiles del laboratorio de corte de cocaína, productos para el corte y una bolsa con sustancia blanca.
Según explica el comunicado, el detenido conseguía cantidades considerables de "polen de hachís" (hachís de máxima calidad) y lo escondía en su vivienda ubicada en una urbanización sevillana de tipo medio alto. Para que pasara desapercibida la droga entre los vecinos, ocultaba los fardos en bolsas de rafia y "los iba subiendo poco a poco en el ascensor y los introducía en los armarios de la vivienda, antes de trasladar la droga al local de compraventa y de ocultarla en los vehículos expuestos", añade la nota de la Guardia Civil.
