Al tratarse de una muerte violenta, los vecinos del inmueble desde el que se precipitó el niño fueron detenidos por un posible delito de homicidio. La autopsia determinó que Alejandro P. sufrió un "traumatismo craneoencefálico y una hemorragia cerebral" y falleció a consecuencia de la caída, según familiares que accedieron al informe del Instituto Anatómico Forense. El documento confirma que el niño "estaba vivo antes" de precipitarse al vacío, aunque queda por determinar si cayó por accidente o fue arrojado de forma intencionada por parte de los detenidos.
El matrimonio arrestado, ella de 36 años y él de 54, tomó declaración en la comisaría y está previsto que hoy pase a disposición judicial. La mujer tiene problemas de adicción con las drogas y el hombre cuenta con antecedentes penales por robo y tentativa de homicidio. La pareja llevaba poco viviendo en el bloque donde ocurrió el suceso.
Hasta el barrio se desplazaron familiares, vecinos y amigos de los padres para acompañar a los progenitores, que se encontraban "destrozados". Los parientes confían en que la muerte del niño fuera un accidente ya que un crimen sería "muy duro" de superar. Una de las tías del menor, Manuela Fernández, descartó que existieran rencillas o algún tipo de enfrentamiento entre su familia y la de los detenidos. Los familiares creen que poco antes de los hechos, el pequeño subió a jugar con la hija de éstos porque le dijeron "que le iban a dar un juguete". La tía de la víctima relató que se dieron cuenta de la desaparición del niño poco antes de las 23.00 horas, cuando llegó el momento de "acostarlo". "Pensábamos que estaba abajo, en el portal, y como no lo encontramos empezamos a buscarlo" con la ayuda de "los vecinos", explicó.
También se rastreó la zona en la que "cinco minutos después" la Policía halló el cuerpo del pequeño, en un "descampado" situado en la parte posterior del edificio, pero "allí no estaba", dijo Fernández.
Durante la búsqueda, varios familiares entraron en la casa del matrimonio detenido convencidos de que podía estar allí. "Mi sobrina movió los muebles y miró debajo de las camas" pero no lo localizó, añadió. Al no encontrarlo, el padre del menor denunció, sobre la una de la madrugada, la desaparición ante la Policía, que rastreó la zona y halló el cuerpo en la parte trasera del edificio. Algunos vecinos aseguraron a la familia que vieron al hombre detenido merodeando por los tejados antes de que el niño fuera encontrado, aunque la familia prefiere no dar demasiada credibilidad a estas afirmaciones.
La hija pequeña del matrimonio detenido fue puesta a disposición de la Fiscalía de Menores de la provincia de Granada, mientras sus padres se encuentran bajo arresto. Alejandro será enterrado hoy en el cementerio municipal de San José, donde fue trasladado ayer tras finalizar la autopsia, cuyo informe completo ha sido remitido al Juzgado de Instrucción 3 de Granada.