La Guardia Civil detuvo en Benalmádena a un pediatra de 45 años acusado de pedofilia. Se le incautó un gran número de fotografías de menores con gran contenido sexual. Se trata del tercer arresto por pederastia en poco más de una semana en Málaga.
El detenido es pediatra de un centro de salud de la localidad y los agentes le incautaron una gran cantidad de imágenes con contenido sexual protagonizada por menores en su ordenador. El de ayer suma el tercer caso de pederastia que se registra en la provincia en poco más de una semana. El supuesto pedófilo reside y trabaja en Benalmádena. Anteriormente vivía en Ciudad Real, localidad donde los investigadores del Instituto Armado comenzaron las indagaciones. Los agentes del Equipo Mujer y Menor (Emume) de la Guardia Civil hallaron en el domicilio del detenido un ordenador personal que contenía un importante número de fotografías pornográficas en las que los protagonistas eran menores de edad.
Está previsto que el presunto pederasta, que se encontraba arrestado en los calabozos de la Benemérita, pase a disposición judicial a lo largo del día de hoy para declarar ante el juez. El Servicio Andaluz de Salud no tenía conocimiento de la noticia en la tarde de ayer, a pesar de que el detenido trabaja como pediatra en un centro de salud público de Benalmádena. Por ello no quisieron hacer declaraciones sobre este hecho.
Con este nuevo caso de pedofilia son ya tres los que se han producido en la provincia de Málaga en la última semana y media. El pasado 9 de mayo la Guardia Civil detuvo en Torrox a un hombre de 32 años, casado y con dos hijos, acusado de abusos sexuales continuados a una niña de once años de su familia. El supuesto pederasta era profesor de inglés en un centro de primaria de la localidad vecina de Nerja, aunque las supuestas agresiones no se produjeron en el ámbito escolar.
Tres días después los agentes del Instituto Armado arrestaron en Málaga capital a otro individuo, esta vez por abusar presuntamente de un menor de 12 años de edad, hijo de su compañera sentimental. El detenido, de 36 años, era trabajador de una fábrica y entrenador de fútbol de un equipo de categoría infantil de una barriada malagueña. Fuentes cercanas a la investigación indicaron que las supuestas agresiones fueron detectadas por los psicólogos del colegio donde estudia el menor, un centro escolar privado del municipio malagueño de Rincón de la Victoria. Estos profesionales, tras mantener una entrevista rutinaria con el niño, se pusieron en contacto con la Policía y le comunicaron sus sospechas.
