Un vecino de Las Letanías de 44 años fue detenido ayer en un cibercafé de Ramón y Cajal acusado de apología del terrorismo etarra, en una operación capitaneada por la Audiencia Nacional que está bajo secreto de sumario. La Guardia Civil registró sus dos casas durante horas y se llevó varias cajas de material para analizarlo.
El Instituto Armado sólo ha aclarado que las supuestas simpatías del detenido se dirigían hacia el terrorismo de ETA, aunque no ha precisado cómo las materializó para no obstaculizar una investigación que se está llevando desde Madrid. Tampoco está claro si existían lazos entre el arrestado y la banda terrorista, o si todo se limitaba a una exaltación de ETA en internet; para ello será necesario analizar la profusa documentación localizada en sus dos domicilios.
La detención se produjo al mediodía y fue muy discreta: el hombre estaba usando un ordenador del Sevilla Internet, un amplio cibercafé con 55 puestos de internet situado frente a la facultad de Económicas, en Ramón y Cajal, cuando cuatro guardias civiles de paisano entraron simultáneamente por las dos puertas del local, que da a dos calles. Se acercaron a él y se marcharon juntos, sin la más mínima resistencia, según un responsable del local. "No tardaron ni diez segundos, ni hubo gritos, ni nada", explicó. La veintena de clientes que había en el cibercafé ni lo notaron, y los empleados sólo lo supieron porque los guardias civiles se acercaron a decirles: "Nos llevamos a este hombre", que apenas había pasado 15 minutos en internet.
Los trabajadores del local describieron al detenido, Manuel L.G., como un hombre "normal" al que no recordaban haber visto antes en el establecimiento, en el que un letrero advierte al entrar: Sonría, cámaras de seguridad. Sin embargo, los agentes no han solicitado esas grabaciones.
Manuel, trabajador de un hospital sevillano, se había mudado a vivir a un adosado la calle Juan Diego número 30 de Bormujos, la primera de las residencias que fue inspeccionada por los agentes siguiendo la orden de la Audiencia Nacional.
Pero el hombre también conservaba otro piso en el bloque 2 de la calle Salud de los Enfermos, en Las Letanías. La Guardia Civil registró durante horas el cuarto piso, propiedad del detenido y situado justo encima de donde viven sus padres "de toda la vida", según los vecinos, que lo conocían "desde niño, como a su hermano, que es mecánico de coches". Su madre supo del arresto al ver llegar a los agentes con su hijo, esposado y escoltado por guardias con el rostro cubierto con pasamontañas, que lo llevaron como testigo de la inspección.
El hombre seguía anoche en los calabozos a la espera de ser llevado ante el juez.
