La oficina del banco Santander en Espartinas fue desvalijada la noche del pasado 28 de octubre, cuando no había transcurrido ni un mes desde su apertura. La investigación apunta a varios de los albañiles que hicieron la obra. Fueron directamente a la caja fuerte y en apenas cuatro minutos salieron con el botín.
Ya es mala suerte. "Llevábamos sólo tres o cuatro días trabajando con dinero, aunque la caja fuerte se colocó en mayo", contó ayer Javier Íñigo, agente colaborador y propietario de esta oficina de Espartinas. Cuando ha pasado poco más de una semana comenta: "Se siente impotencia, porque es un negocio privado, el desembolso ha sido grande y, además, se empieza con mucha ilusión y cuando llegas...".
Todo sucedió un martes, a las 22.30 horas, cuando nadie pasaba por la calle y ni siquiera estaba abierto el bar colindante. "Sólo los viernes y sábado abrimos hasta más tarde, el resto de días cerramos poco después de las siete de la tarde", precisó Macarena, que trabaja en el bar.
Los cacos fueron a tiro hecho, pese a que hicieron ruido para romper el cristal de la puerta. "Los vecinos creyeron que era el camión de la basura o la misma puerta de la calle porque es de hierro y hace mucho ruido", continuó el diretor. De este modo, en apenas cuatro minutos dos hombres entraron, mientras que otros dos se quedaban en el coche en la calle de enfrente -San Francisco de Asís- un poco más adelante de la puerta de la parroquia de la Asunción.
Sucedió tan rápido todo "que al vecino que vive arriba del bar ni siquiera le dio tiempo de ponerse los pantalones y cuando salió a la puerta ya se habían ido", apostilló Macarena.
No se llevaron mucho -"unos 4.300 euros" según el director- ya que en la sucursal no hay cajero y apenas dinero, algo que no debían saber los ladrones. Lo que sí sabían era dónde estaba la caja fuerte porque fueron ellos mismos los que hicieron la obra meses antes.
datos. Fuentes de la investigación confirmaron ayer a este diario que los cuatro son vecinos de Dos Hermanas.
Un vecino que los vio cogió la matrícula del coche y avisó a la Policía Local, que dio una orden de búsqueda del vehículo y tanto Guardia Civil como Policía Nacional lo localizaron en Dos Hermanas. La presión de los investigadores o la culpabilidad llevó a uno de los implicados a entregarse en la comisaría de la Policía Nacional de Dos Hermanas al día siguiente con su parte del botín -unos 700 euros- al tiempo que identificaba a sus compinches, según las mismas fuentes. Fue entregado a la Guardia Civil, que es la que continúa con la investigación de los hechos, mientras que los otros están en busca y captura.
Los rumores corrieron al día siguiente por toda Espartinas, con datos imprecisos, aunque no tanto. "Fue a las nueve". "No, a las 11". "Eran dos personas". "Fueron cuatro o cinco". Estanislao y Javier, dos albañiles que trabajan en una casa en la otra acera de la avenida Alcaldesa María Regla Jiménez, se enteraron al día siguiente en el bar: "Fueron los albañiles que hicieron la obra, son de Dos Hermanas, un hombre mayor y dos jóvenes de unos 20 años, según dice la gente". También dicen que estos trabajadores se habían quedado en paro y que, por esta razón, entraron a robar en una sucursal que conocían bien.
Después de la mala experiencia, el dueño se está planteando incrementar las medidas de seguridad: "Pero el cristalero que vino a arreglarlo y le pedí que pusiera un cristal todavía más grueso me dijo que si querían, con más o menos tiempo, lo rompían igual". Por eso no descarta contratar vigilancia: "Me han dicho que si no los robos nocturnos como éste, sí son habituales los atracos a plena luz del día, y la oficina de Cajasol de aquí al lado ya ha tenido que poner seguridad".
