Dos menores de 14 y 15 años han sido imputados por un delito de agresión sexual después de ser denunciados por dos compañeras del Instituto de Enseñanza Secundaria Ciudad de Hércules en Chiclana de la Frontera (Cádiz), según informaron a Efe fuentes de la Guardia Civil.
Todo empezó cuando las menores, que cursan segundo de ESO en dicho centro de enseñanza, comunicaron a sus tutores haber sido amenazadas, insultadas y acosadas por dos alumnos para obligarlas a hacer tocamientos con fines sexuales entre los cambios de clase y durante el recreo. Los tutores pusieron esto en conocimiento del instituto, que decidió la expulsión de los dos acusados, mientras que los padres de las niñas denunciaron el caso ante la Fiscalía de Menores de Cádiz, quien ha abierto una línea de investigación al respecto.
Los alumnos, que cursan segundo de ESO, prestaron declaración y quedaron en libertad bajo la custodia de sus familiares, a la espera de pasar a disposición de la Fiscalía de Menores de Cádiz. Entretanto, estos alumnos permanecerán expulsados sine die del instituto Ciudad de Hércules hasta que se resuelva su situación judicial, según explicaron fuentes de la Consejería de Educación consultadas por la Cadena SER.
Estos dos menores imputados fueron detenidos el pasado martes por los agentes de la Oficina de Atención al Menor después de varios días de investigación.
Precedentes. Éste es el tercer caso de abusos sexuales entre menores que se juzga en Andalucía en los últimos cuatro meses. El anterior tuvo lugar a finales de noviembre, cuando fueron detenidos en Sevilla dos adolescentes de 15 años por obligar a una compañera, de 14, a practicarle una felación a uno de ellos mientras el otro lo grababa con el teléfono móvil.
Después de ser llamados a prestar declaración ante la policía acompañados de sus padres, los jóvenes confesaron lo que habían hecho y fueron puestos en libertad con cargos como presuntos autores de un delito contra la intimidad y otro de agresión sexual. Según fuentes de la Consejería de Educación, los hechos ocurrieron en julio fuera de las instalaciones del instituto de enseñanza secundaria en el que la víctima y sus agresores estudian.
No obstante, la joven no se decidió a presentar la denuncia en la policía hasta principios de noviembre, después de que lo ocurrido se difundiera de móvil a móvil entre los alumnos del centro y hasta que llegó a oídos de los profesores. Fue entonces, hace alrededor de un mes, cuando los docentes del centro informaron a los padres de la menor sobre los rumores que corrían entre los estudiantes del instituto. La adolescente ratificó los hechos a sus padres y éstos contaron el caso a la policía y formalizaron la denuncia.
El otro caso sucedió un mes antes. Tres chicos, dos menores y otro mayor de 18 años, grabaron a una chica de 16 mientras mantenía relaciones sexuales con uno de ellos. Luego, este último obligó a la menor a que tuviera más contactos íntimos con él o, en caso contrario, la amenazó, las imágenes acabarían expuestas en Internet o las vendería.
El titular del Juzgado de Menores de Córdoba decretó la libertad vigilada para los dos menores, como pidieron el fiscal, la acusación particular y la defensa. Al mayor de edad también lo dejó en libertad otro juez, aunque con cargos. La Fiscalía de Menores pidió que los jóvenes implicados acudan a un programa de educación sexual y que se haga un seguimiento de su conducta escolar.
