Tras una labor "larga y concienzuda", la Guardia Civil del Puesto de Gines ha dado por desmantelada una banda que desde primeros de año ha sumado 44 delitos contra el patrimonio en la comarca, lo que había creado alarma social, sobre todo por los tirones y los robos en viviendas.
Los arrestados actuaron en domicilios y empresas de Gines, Castilleja de la Cuesta, Bormujos y Tomares. Las primeras pesquisas se iniciaron en enero cuando la Guardia Civil comprobó que habían aumentado las denuncias por delitos contra el patrimonio y en la investigación los agentes comprobaron que en todos los robos utilizaban un mismo modus operandi: dos personas que con una moto y con el casco puesto daban tirones de día en Castilleja y Gines; y, por otro lado, en los robos con fuerza -entrada a viviendas o negocios- arrojaban un objeto contundente o golpeaban el escaparate para dejar rápidamente el lugar llevándose dinero y efectos que encontraban a mano.
La pista que llevó a los agentes a hacer las primeras detenciones fue el conocimiento de que en una tienda de informática habían vendido una vídeoconsola robada en un establecimiento de Tomares. Esto llevó a la Guardia Civil hasta un joven que se reunía habitualmente con otros en el parque municipal de Gines y entraban en el perfil descrito.
Desde entonces y hasta final de la semana pasada, la Guardia Civil ha detenido a 17 personas, tres de ellas menores, de las que 13 son residentes de Gines, una de Camas, otra de Bormujos y la última de Baleares, sumando en total 28 delitos de robo con fuerza de las cosas, 13 de robo con violencia e intimidación, uno de robo y hurto de vehículo, uno de daños en el parque y uno de receptación. Entre los lugares donde actuaron se encuentran una tienda de informática de Tomares, una residencia de ancianos y un kiosco que se encuentra en el citado parque.
Aunque todos se conocían, los delitos los realizaban indistintamente unos u otros. Fuentes de la Benemérita señalaron que entre los arrestados, alguno cuanta con 13 robos, otro con 20 y otros menos.
La Guardia Civil les ha incautado, entre otros efectos, un coche Audi A-4, un ciclomotor, que estaba trucado y era el que utilizaban para dar los tirones, palanquetas y herramientas, guantes y cascos, una vídeoconsola, cuatro ordenadores portátiles y joyas valoradas en 1.000 euros.
