Detenidos seis líderes de una secta satánica en Chiclana

Cobraban 3.000 euros a sus adeptos por ritos en los que se sacrificaban animales y vejaban y esclavizaban a sus víctimas para hacerse con sus bienes.

el 15 oct 2009 / 20:57 h.

La Guardia Civil ha detenido a seis personas como presuntos responsables de una secta, en la que estos individuos se hacían con el patrimonio de sus adeptos mediante la coacción a través de la sugestión que lograban con diversos ritos.

Según el comunicado emitido por el Instituto Armado, la investigación se inició a principios del pasado mes de septiembre en el marco de la denominada Operación Creador, cuando tuvieron conocimiento de que en una vivienda ubicada en Chiclana de la Frontera (Cádiz) se podrían estar practicando ritos satánicos en los que se sacrificaban animales.

Tras seis semanas de investigación, los agentes pudieron comprobar la veracidad de los hechos, logrando identificar a las personas que dirigían tales ceremonias, una pareja formada por C.J.R.L., de 34 años, y M.M.P., de 24.

Según la Benemérita, estas personas se anunciaban en la sección de clasificados de diversos periódicos. Una vez los potenciales clientes contactaban con ellos, éstos les ofrecían la solución a cualquier problema a través de todo tipo de ritos, con los que los detenidos llegaban a "anular la personalidad de sus víctimas, creando un vínculo de subordinación y dependencia total" hasta conseguir, en algunos casos, que accedieran a la venta de todas sus propiedades para entregar los beneficios a la pareja en cuestión.

Del mismo modo y tras convencerles de que si desobedecían sus órdenes el diablo mataría primero a sus familiares y luego a ellos mismos, lograban que sus víctimas actuaran como sus "esclavos". Los hombres hacían reformas en el domicilio de la pareja, mientras que las mujeres -a las que llamaban "mujeres de Satán"- realizaban tareas domésticas.

Las víctimas sufrían todo tipo de vejaciones, insultos y en algunos casos privación de libertad, obligándoles a asistir a rituales satánicos donde se sacrificaban animales, y en los que se entregaban elevadas cantidades de dinero, siempre superiores a 3.000 euros.
Como consecuencia de todo esto, algunas de las víctimas podrían padecer algún tipo de trastorno y están siendo tratadas por personal cualificado. En el curso de la investigación se pudo comprobar que utilizaban el mismo número de teléfono de contacto para la venta de los bienes arrebatados a sus víctimas.

Además invertían el dinero obtenido con sus actividades en la compra de vehículos de alta gama procedentes de Alemania y, tras alterar el cuentakilómetros y falsificar la documentación, los vendían por un precio muy superior al de compra. Para ello la pareja contó con la colaboración de otras cuatro personas -dos españoles, un chileno y un alemán- encargadas de la importación de los turismos, manipulación del kilometraje, falsificación de la documentación y su traslado a los supuestos compradores.

El Instituto Armado declaró que la operación continúa abierta, por lo que no descarta próximas actuaciones tras la recepción de nuevas denuncias.

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