Cometían sus atracos a mano armada a bordo de un lujoso coche, un Jaguar según los testigos, aunque en realidad sólo se le parecía. Pero bastó para que la Policía hilara los seis robos que protagonizaron en menos de un mes, el último de ellos en el bar Cadillac de Los Remedios. Dos jóvenes de 20 años han sido detenidos.
Los atracos se cometieron en bares, locutorios y salones de juegos de Macarena, Triana, Nervión y, en un caso, la localidad de Camas. Comenzaron el 22 de enero, y mantuvieron siempre el mismo guión: los dos jóvenes llegaban encapuchados, armados uno con una pistola y el otro con una maza y un destornillador, y con amenazas y gritos exigían a los responsables el dinero de las cajas... y huían en un nada discreto coche de alta gama de color oscuro.
El último de estos atracos fue la madrugada del 16 de febrero pasado en el bar Cadillac, situado en la calle Fernando IV de Los Remedios. En torno a las tres, la hora del cierre, los dos individuos entraron en en establecimiento, en el que ya no quedaban clientes y sólo estaba el encargado. Con amanazas lograron que les entregara los 900 euros que había en la caja, entre la recaudación de la noche y el cambio, y se marcharon sin causar destrozos ni herir al empleado, subiéndose en el coche que habían dejado aparcado en la puerta del bar. Cuando el dueño del bar acudió a la comisaría a poner la denuncia, le dijeron que ya estaban tras la pista de unos ladrones que actuaban así.
El vehículo que usaban para la huída había levantado las sospechas de varias de sus víctimas, que aseguraban que era un Jaguar. En realidad, se trataba de un Daimler-Chrysler V8, un coche de apariencia muy parecida, que había sido robado de un concesionario. Tras uno de los robos, una cámara de seguridad registró el coche y la matrícula, lo que permitió localizarlo. Sin embargo, al ser robado, no constaba el dueño.
De todas formas, el grupo de Atracos de la Jefatura Superior ya estaba tras la pista. La descripción física de uno de los atracadores se correspondía con la del líder de una banda de chavales de Los Remedios conocidos por cometer algunas fechorías. El cabecilla, apodado El Murci -porque tras haber sido detenido en una ocasión se había marchado a Murcia-, fue relacionado con el vehículo y detenido el 24 de febrero, en las inmediaciones de su domicilio. El chaval, Ignacio M.E., de 0 años tenía dos arrestos anteriores, uno por robo con violencia e intimidación y otro por tenencia ilícita de armas.
También había sido identificado su compinche, Fernando C.L., de la misma edad y sin antecedentes, que fue arrestado al mismo tiempo, también cerca de su casa. Los dos fueron puestos a disposición del juez, que los dejó en libertad.
