Agencias
La Policía detuvo a las tres de la madrugada del Martes Santo a una mujer de 36 años por haber dejado a su hijo de tres años en el interior de su coche mientras se tomaba unas copas en un bar de Heliópolis. A la joven se le imputa un delito de abandono de menores, el mismo que el pasado verano recayó sobre un hombre en Camas que dejó morir a su hijo deshidratado en el interior de su coche.
Varios agentes de la Policía Nacional intervinieron la madrugada del Martes Santo después de recibir la llamada de un ciudadano a la sala operativa del 091, denunciando que había visto a un menor encerrado en el interior de un coche aparcado en la Plaza de los Andes. Eran casi las tres de la mañana y el niño estaba llorando.
Los agentes se personaron de inmediato en el lugar de los hechos y comprobaron que en un coche cerrado con llave había durmiendo un niño de corta edad, de manera que los policías comenzaron a efectuar distintas gestiones para tratar de localizar a sus progenitores. Una patrulla de la Policía rastreó los bares de copas próximos a la zona y encontró a una mujer con evidentes síntomas de ingesta de alcohol, balbuceante y con pérdida de la verticalidad, que manifestaba ser la madre del niño y que salía cada dos horas del bar para verlo. Los agentes procedieron en ese momento a la detención de la mujer, que llevaba más de cuatro horas en el interior del establecimiento, y durante ese tiempo el menor había estado encerrado en el interior del coche. La detenida fue puesta a disposición judicial, mientras que el menor fue entregado a una hermana de su madre. A ésta se le acusa de un delito de abandono de menores y de infringir los derechos familiares del niño, una pena que puede incurrir en una condena de cárcel y una sanción económica.
más casos. No es la primera vez que los descuidos o la irresponsabilidad de los padres para con sus hijos se convierten en delitos a ojos de la justicia, y tienen consecuencias penales. Hace apenas nueve meses, el juzgado de instrucción 5 de Sevilla abrió diligencias por la muerte de un niño de casi dos años debido a un golpe de calor. El bebé también había sido abandonado por su padre en el interior de su coche en pleno verano durante más de tres horas. El progenitor afirmó que fue por descuido, lo dejó en el vehículo al sol mientras él asistía a una reunión de trabajo y el niño falleció por deshidratación.
El detenido, un profesor y jefe de estudios de un instituto de Camas, explicó al juez durante las diligencias que se había despistado esa mañana del 18 de julio, olvidando dejar a su hijo en la guardería. El crío se había quedado dormido en su sillita del coche. El padre se dirigió al instituto para firmar las actas de fin de curso, y olvidó parar en la guardería para dejar al niño. Al término de la reunió, regresó al coche, a eso de las 12.30 de la mañana, y se encontró a su hijo inconsciente en el aparcamiento del centro escolar.
El pequeño fue trasladado al Centro de Salud de Camas y luego al hospital infantil Virgen del Rocío, donde pasó tres días en coma y falleció debido al golpe de calor. El niño había ingresado con una temperatura de 43 grados centígrados en el cuerpo. En 2007, ocurrió un suceso idéntico en Alicante, también por un descuido del padre al llevar a su hija de 21 meses a la guardería.