Cofradías

Devoción y espectáculo en los Terceros

Un rotundo aplauso recibió a la cruz de guía de una hermandad que llevaba dos años sin poner sus pasos en las calles.

el 29 mar 2013 / 01:09 h.

Hermandad de la Exaltación. / Victoria Hidalgo Hermandad de la Exaltación. / Victoria Hidalgo En la nómina de las cofradías con más ganas de calle a causa de la lluvia padecida en anteriores Jueves Santos, la Exaltación ostentaba hasta ayer un buen puesto. Por eso y porque se trata de una las hermandades con más regusto popular del centro, ayer para ver Los Caballos salir se disputaba a plantón de órdago cada metro cuadrado de suelo con tal de comprobar cómo se las apañaban los capataces para poner en la calle uno de los barcos más grandes y pesados de la Semana Santa. Cuando crujieron –literalmente, chascaron, restallaron, crepitaron...– las puertas de la Iglesia de los Terceros (que por noveno año consecutivo acoge a la corporación tras la clausura ¿temporal? de Santa Catalina) un aplauso cerrado retumbó con eco prolongado en la extensa calle Sol. Fue un vítore grande, acaso desmedido, como el que arrecia tras un Do de pecho en la ópera, sólo que, por entonces, el único acontecimiento era el posado de la cruz de guía en la calle. Algo que no acaecía desde hacía dos años y que, por poco, tampoco pasaba ayer. De ahí el goce, nada contenido, sino exaltado y pletórico con el que se vivió la puesta en la calle de la Exaltación. En el interior, MarianoFalcón, capataz del misterio, comenzó a mover el paso y la primera levantá tuvo un doble y emocionante dedicatoria: de un lado para la Hermandad de La Cena, allí presente con una representación, por dispensarles tan larga acogida; de otro, su hijo, que a comienzos de año padeció un grave accidente. Salvar el dintel de la puerta en los Terceros supone otro de esos instantes en los que fervor y espectáculo se dan la mano como sólo sucede en Sevilla. Cuando la Banda de Cornetas de Nuestra Señora del Sol atacó el Himno de España, los aplausos de antes se tornaron en loa y aclamación hacia este momento de plenitud.

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