Día íntimo y noche concurrida en el Real de la Feria de Dos Hermanas

Tras un arranque tímido, hoy se espera el aluvión porque es festivo en la ciudad.

el 06 may 2010 / 17:48 h.

Fueron muchas las mujeres que ayer decidieron vestirse de flamenca.
El primer día de feria en Dos Hermanas tuvo una acogida bastante discreta a la hora de comer. Hacía ya dos años que los jueves eran fiesta en Dos Hermanas, pero ayer no tocó y la mayoría de los vecinos estaban por la mañana en su trabajo tras pocas horas de sueño por la cena del pescaíto. Por ello mucha gente decidió descansar al mediodía para tomar con más fuerza la noche.


Eso le ocurrió a Juan Rodríguez, un electricista de 38 años que tal como pisó el real se fue: "Estuvimos ayer [por el miércoles] hasta las cuatro de la mañana y me he tenido que levantar pronto para trabajar, por lo que sólo he venido a traer a mi mujer que es la que ha podido dormir esta mañana", comentó entre risas. Y mientras su mujer se iba con las amigas gritaba lo que parecía ser una promesa: "¡Ya te alcanzaré esta noche!".

¿Quiere decir esto que la feria al mediodía estaba vacía? Por supuesto que no. No había bulla, es cierto, pero las casetas, en su mayoría, estaban llenas, sobre todo de grupos de amigos, y de un sin fin de comidas de empresas de la ciudad, puesto que no hay mejor momento que salir del trabajo y tener una jornada de convivencia en la feria. Especialmente llamativa fue la comida de la caseta de Amor y Sacrificio, cuya disposición de mesas formaba una L gigante para albergar a todos.

Durante la comida, un enorme grupo de amigas, que durante todo el año da clase de sevillanas en la asociación de vecinos Pablo Picasso, recorría las casetas bailando en medio de la calle. Mientras, los coches de caballos esperaban su oportunidad de pasar por la calle principal, aunque no estaban molestos puesto que los clientes que llevaban empezaron a dar palmas al son de las sevillanas bailadas por estas mujeres. Cuando se va en coche de caballos las prisas desaparecen porque en realidad no se quiere llegar a ninguna parte. Y en ese momento las amigas de las sevillanas constituían uno de los mejores espectáculos que podían verse en el recinto ferial.

Las mesas de las casetas empezaban a ocuparse a medida que avanzaba la tarde. Hacia las 15.00 horas los trabajadores más osados llegaban para comer. En la caseta Los Corrales, Javier María Pintado, profesor de 41 años, llegaba al encuentro de su mujer, Vicky García, que llevaba ya una más de una hora en la feria. "Estoy cansado de ayer [por el miércoles], pero no tenemos comida en casa, así que prefiero venirme aquí, aunque me iré pronto", relató él. Tal y como decía eso, ella le reprochaba: "Resulta ahora que vas a venir a la feria obligado, te podrías haber comprado una pizza y haberte quedado".

Ya a última hora de la tarde la feria se vació un poco para dejar tiempo de prepararlo todo para la cena. Como hoy es fiesta, no cabían excusas para no quedarse hasta tarde. Ya se descansará el domingo, cuando la feria termine, como está previsto, con un espectáculo de fuegos artificiales. Pero entretanto, queda todo un fin de semana por delante para disfrutar de un real en el que la climatología está acompañando porque las temperaturas son agradables para la época.

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