Díaz se envuelve en la bandera de la unidad de España en la previa del 28-F

La socialista asegura que el PSOE va a ganar las elecciones en Andalucía pero aclara que ésta no es la prioridad del Gobierno, sino la lucha contra el paro

el 23 feb 2014 / 14:17 h.

MITIN DEL PSOE DE CONMEMORACIÓN DEL 28 DE FEBRERO Susana Díaz quiso dejar claro ayer que sus seis meses en San Telmo no la han cambiado y que sigue siendo la presidenta de la calle. La líder socialista se dio un baño de multitudes en un mitin a su medida, en la antesala del 28-F, que congregó en Sevilla a 8.000 personas, incluidos los cuatro expresidentes de la Junta y el Gobierno andaluz al completo. Ella fue la auténtica protagonista y la única política en tomar la palabra. Antes lo hicieron ciudadanos anónimos que dibujaron una Andalucía de «esperanza» cuyos grandes problemas emanan de la gestión del Gobierno del Partido Popular. La presidenta, que entre besos y abrazos tardó veinte minutos en atravesar un auditorio abarrotado, contagió a los suyos la «ola de ilusión» y les animó a que vivan el próximo 28-F como un «día reivindicativo, no festivo» porque hoy, como hace 34 años, también están en «riesgo» los derechos conquistados. De eso dieron buena cuenta los andaluces que en un formato novedoso intervinieron antes que la presidenta: Carmen, una maestra jubilada de Carboneras (Almería), Jorge, un joven gaditano que ha montado una cafetería, y Ana, una estudiante de Psicología. En sus testimonios preparados se intercalaban vídeos de otros ciudadanos que definieron a Andalucía como una tierra de «talento, arte, lucha y paz», que soporta los efectos del Gobierno de Mariano Rajoy, esto es, los recortes, el copago sanitario, el pensionazo o la polémica reforma del aborto. Y frente a esa forma de gestionar se sitúa Andalucía, donde «lo primero son las personas», señalaba una de las intervinientes. Otro llegó a confesar que los de fuera le hacen ver la «suerte que tiene de vivir en Andalucía y de tener una presidenta así». En este plácido ambiente se subió Susana Díaz al escenario como un ciclón, con energía y usando el lenguaje de la calle que tanto domina. A los miles de militantes de base que se habían pegado un gran madrugón para llegar al mitin en Sevilla, la presidenta les trasladó en román paladino cuáles son los puntales de su mandato. Su máxima prioridad, recordó, es el empleo y el mantenimiento de los servicios sociales. Por eso defendió sus acciones al frente del Gobierno andaluz a pesar de las críticas que ha recibido. «A algunos les molesta que me haga fotos con las grandes empresas y les pida que inviertan aquí y den becas», afirmó. Hoy precisamente firma en San Telmo un convenio con el presidente de CaixaBank, Isidro Fainé. Insistió en que todos los recursos de su Ejecutivo se van a poner a disposición del empleo, la principal lacra de Andalucía, con un 36% de paro. Puso de ejemplo volver a abrir las minas o rescatar la construcción, un sector que acumula la mitad de los parados andaluces, pero sin repetir los «pelotazos urbanísticos». «¿Alguien creía que no iba a pensar en los miles de albañiles, fontaneros o encofradores que tienen entre 45 o 50 años, que no iba a darles esperanza. Pues no conocían al PSOE o no conocían a esta presidenta?», dijo entre aplausos. Frente a escándalos como el de los ERE fraudulentos o Invercaria, que han sacudido al PSOE, Díaz reiteró que uno de los pilares de su Gobierno es la transparencia, una gestión «limpia, rindiendo cuentas». «Hay que decir no a los que vienen a aprovecharse de lo que es de todos. Ahí no me va a temblar el pulso», sentenció. La otra pata de su hoja de ruta es el protagonismo de Andalucía en el debate territorial abierto tras el órdago independentista catalán. El PP ha sido muy crítico con la visita de Díaz a Cataluña y le reprocha que no se centre en la comunidad. «También les molesta cuando alzo la voz de los andaluces sobre la configuración del Estado. Voy a seguir haciéndolo; voy a seguir alzando la voz de Andalucía en cada rincón de España para defender una España incluyente, solidaria. Nadie le va a quitar al PSOE la bandera de la unidad de España, y mucho menos esos a los que le gusta tener cuentas en Suiza», aseguró. elecciones. La baronesa andaluza se hizo eco del runrún de esta semana sobre un posible adelanto electoral, una idea que está alimentando el futuro líder del PP-A, Juan Manuel Moreno, para ahondar en la imagen de «inestabilidad en la Junta». Díaz fue rotunda, aunque no dio detalles del horizonte temporal de las autonómicas: «Vamos a ganar las próximas elecciones en Andalucía y las vamos a ganar bien. Porque en el PSOE hay fuerza, hay ilusión. Vamos a ganar porque vamos a mirar los ojos a los ciudadanos y habremos cumplido con nuestras promesas”, señaló. Pero también quiso aclarar a los suyos que, de momento, ese reto no toca y que las elecciones no son la «prioridad» ahora ni para el PSOE ni para el Gobierno andaluz, sino el empleo. «Lo que me quita el sueño son los padres pensionistas que tienen que comprar para que toda su familia coma en casa. Las elecciones vendrán después. No es nuestra prioridad, eso se lo dejamos a otros que están en guerrillas y en la asignatura pendiente de que nunca han defendido Andalucía”, dijo en alusión al PP. Esta semana se ha publicado el Egopa de invierno que refleja que el ‘efecto Susana Díaz’ llevaría al PSOE a ganar las elecciones en Andalucía de celebrarse ahora mismo unos comicios pero sin mayoría absoluta, necesaria para gobernar en solitario. A pesar de que el PSOE no logra despegar, Díaz proclamó que el «partido está como nunca» y que es como un «tronco centenario» con raíces profundas pero que «cambia al compás de Andalucía».

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