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Díaz cierra la puerta al pacto de PSOE y PP para la elección directa de alcalde

La presidenta de la Junta acusa a Rajoy de «hacer trampas» y tener intereses partidistas en la reforma electoral a menos de un año de las elecciones municipales.

el 02 jul 2014 / 23:14 h.

La propuesta del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de reformar la ley electoral para propiciar la elección directa de alcalde y que gobierne la lista más votada ha encontrado el rechazo frontal de los partidos de la oposición. La reforma, incluida por el líder del PP dentro una agenda de regeneración política que se propone llevar a las Cortes en septiembre, puede incardinarse en la idea de mayor poder de los ciudadanos sobre su clase política pero no es, en absoluto, inocua. Tiene consecuencias electorales muy importantes a menos de un año de las próximas elecciones electorales, programadas en mayo de 2015. Desde Andalucía, el Gobierno ya avisó el martes de que no se puede hacer una reforma de este calado sin diálogo y sin consenso. Este miércoles fue la presidenta Susana Díaz quien elevó la voz y fue categórica. Cerró la puerta a un pacto con el PP sobre este asunto concreto de la elección directa de alcaldes y acusó al presidente popular de «hacer trampas». La dirigente socialista se mostró convencida de que Rajoy ha puesto sobre la mesa esta reforma a pocos meses de las elecciones cuando ante los primeros sondeos electorales se han encendido las alarmas en Génova. 40 de las capitales que gobierna el PP en España después de las elecciones municipales de 2011, que tiñeron predominantemente de azul el mapa, estarían en la cuerda floja, según indicaron posteriormente fuentes del Gobierno andaluz. En Andalucía los últimos comicios locales pusieron rostro al apabullante poder municipal del PP con las ocho capitales andaluzas. Sin embargo, las últimas elecciones europeas han encendido algunas alertas. La lista popular dejó de ser la más votada en Sevilla, Málaga y Huelva, aunque los resultados de las europeas son muy particulares y el PP ha defendido que en ningún caso son extrapolables a unas municipales. Quizás si gobernara la lista más votada estas capitales caerían en manos del PSOE, pero desde luego la manera más segura para los socialistas de recuperar algunas capitales es confiarse a pactos con IU a imagen del que tienen en el Gobierno andaluz. Después de que diera la impresión de que el PSOE abría la puerta al diálogo con el PP a partir de septiembre, Díaz dejó ayer claro que este asunto no es negociable. Confirmó a los periodistas que había hablado con los dirigentes de Ferraz y los candidatos a la secretaria general y que existe plena coincidencia en que no cabe una reforma electoral con las municipales a la vuelta de la esquina. A su juicio no se pueden mezclar medidas que deben adoptarse de manera urgente como la reducción del número de aforados o la prohibición de que los imputados vayan en las listas electorales con la reforma electoral. «Son dos debates distintos y el Gobierno no puede hacer trampas al mezclarlos», señaló Díaz. Las consecuencias de una reforma política de este tipo en Andalucía beneficiaría en la mayoría de los casos al PP, cuyo poderío municipal empieza a dar señales de agotamiento. Pero la propuesta de elección directa de alcalde no es nueva, de hecho en las filas socialistas la manejan desde 1999 con un sistema de doble vuelta que permite gobernar a la lista más votada. Andalucía también estudia la reforma de la ley electoral en un grupo de trabajo en el Parlamento. Esa reforma está incluida en el pacto de gobierno de PSOE e IU con especial interés por el partido minoritario, que lleva años quejándose del mal reparto de la representación política en la Cámara a favor de los partidos mayoritarios. Hace pocos días el Parlamento rechazó una propuesta de reforma de UPyD. Al rechazo categórico del PSOE a abordar la elección directa de los alcaldes se sumó IU. El vicepresidente del Gobierno andaluz, Diego Valderas, tildó de «aberración democrática» la propuesta, mientras que el portavoz parlamentario de esta formación, José Antonio Castro, directamente la consideró «una mofa».Acusó directamente al bipartidismo «de querer seguir controlando al gallinero». El líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, cerró filas con la reforma del Gobierno que consideró «impecable en términos democráticos y muy positiva en términos políticos». Alertó de que muchos ciudadanos se frustran porque toman una decisión que se altera por «acuerdos de despacho que desalojan a esa mayoría».Aseguró que la actitud de Díaz se debe «a los nervios» ante las municipales.

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