El tema de la corrupción es una constante en los debates de la sesión de control al Gobierno andaluz, que tienen lugar cada dos semanas. El de hoy venía contagiado ya por la dimisión, ayer, de la ministra de Sanidad, Ana Mato, salpicada por los beneficios irregulares de la trama Gürtel, que afecta a la médula del PP. Además, en paralelo se estaba produciendo un pleno monográfico sobre corrupción en el Congreso de los Diputados, en Madrid, y la presidenta de la Junta, Susana Díaz, se ha colado de soslayo en ese debate, enfrentando su actitud ante la corrupción con la del presidente Mariano Rajoy. Cuando el portavoz del PP-A en el Parlamento, Carlos Rojas, le ha vuelto a reprochar que su lucha contra los delitos que acechan a la administración es más de palabras que de hechos, Díaz ha respondido culpando a Rajoy de usar su mayoría absoluta para recortar en políticas sociales más que en corrupción. Rajoy tiene una mayoría absoluta para recortar sanidad, educación y políticas sociales, si quisiera podría haber hecho medidas contundentes contra la corrupción, ha dicho.
Díaz ha recordado que el presidente del Gobierno prometió, en febrero de 2013, la ley orgánica de control de la actividad económica y financiera de los partidos políticos, el estatuto del cargo público, la reforma del código penal y la nueva ley de enjuiciamiento criminal. Y no ha hecho nada. ¿Sabe cuál es la diferencia entre el presidente y esta presidenta? Que el presidente dice y no hace, y esta presidenta lo que dice lo hace, ha sentenciado. Rojas ha comparado la dimisión de Mato del ministerio (seguirá como diputada) con el caso de los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, que serán previsiblemente imputados por el Tribunal Supremo por el caso ERE, pero no dimiten. También le ha reprochado que el PSOE e IU hayan rechazado dos propuestas del PP para llevar al Parlamento un debate monográfico sobre corrupción, como el de hoy en el Congreso. Después de un año, no vemos nada.
Sus socios no la ven contundente contra la corrupción porque se ha producido una involución, sus socios dicen que la corrupción está en el ADN del PSOE, avisó Rojas, afeándole que se haya negado a sentarse con el presidente del PP-A para pactar un acuerdo político contra la corrupción. Díaz le ha pedido hechos, no pactos. Vaya a Bormujos, tome una medida ejemplarizante contra la alcaldesa, que está procesada, o vaya a Tomares (donde el acalde también está siendo investigado), y yo aquí se lo reconoceré. Cuando haga eso pensaré que quieren luchar contra la corrupción, si no, pensaré que es pasteleo, concluyó.
