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Díaz promete integración y se postula como el relevo generacional del PSOE

La aspirante a dirigir la nave sevillana exhibe sus apoyos internos, se rodea del núcleo duro de Griñán y pone nerviosos a sus críticos.

el 03 jul 2012 / 19:14 h.

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"Vamos a tender las manos y abrir las puertas". "Ya no es el momento de convulsiones internas". Con esos mensajes conciliadores y de integración arrancó ayer la consejera de la Presidencia, Susana Díaz , su campaña para hacerse con las riendas del PSOE de Sevilla . La socialista sevillana, arropada y presentada por el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, se rodeó de miembros del Gobierno andaluz, de los alcaldes y de diputados autonómicos y reclamó un relevo generacional en el partido. Más de 200 personas en el caluroso patio de Luis Montoto donde Díaz exhibió sus apoyos y su fortaleza interna en un momento en el que todavía no se ha formalizado una candidatura alternativa posiblemente liderada por el alcalde de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones. Los críticos que quieren plantar cara a Díaz comienzan a ponerse nerviosos ante la ausencia de una candidatura alternativa oficial.

"Susana es la puerta abierta hacia el camino de futuro que proyecta Griñán para Andalucía ", vaticinó el presidente de la Diputación de Sevilla y uno de sus mayores avalistas. La consejera de la Presidencia, que dejará este próximo fin de semana la secretaría de organización del PSOE andaluz en el congreso de Almería , hiló un discurso cercano en el que insistió en mostrarse como el futuro del partido. En el acto se apeló insistentemente al relevo generacional en un momento en el que en voz baja sus colaboradores más estrechos ligan con el pasado un movimiento crítico auspiciado por el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, o el expresidente de la Junta, José Rodríguez de la Borbolla.

Rodríguez Villalobos, que ejerció de maestro de ceremonias, fue el más claro frente a la batalla interna que puede originarse por el control del PSOE sevillano. En alusión a las declaraciones públicas de Toscano , en contra de la candidatura de Díaz, lamentó que ya algunos anden "metiendo el dedo en el ojo". "Vamos a no meternos el dedo en el ojo unos a otros, dejemos los personalismos, los odios, las envidias", pidió quien ha protagonizado algunos de los pulsos más agrios de los últimos meses en la familia socialista. El presidente de la Diputación, capaz de amarrar el apoyo de la gran mayoría de los pueblos sevillano, defendió que el próximo líder del partido "tiene que conocer el tuétano" de la organización. Incluso entró a contrarrestar las críticas de mujer de hierro y dura adversaria que persiguen al liderazgo de la consejera de la Presidencia. "Es autoritaria porque tiene agallas y sabe tomar decisiones, eso no es autoritarismo", apuntó. "Forma parte de una generación a la que hay que dar paso, quiero que esta generación tome las riendas del partido", apostilló."Susana tiene sentimientos y es buena", dijo, "no tiene malos reaños".

La candidata estuvo rodeada de los colaboradores más estrechos de Griñán, su viceconsejero Antonio Lozano, y su jefe de gabinete, Máximo Díaz Cano o amigos como Amparo Rubiales y arropada por la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, y por el portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Vázquez. El diputado José Caballos, quien meses atrás fue uno e sus grandes detractores, también se integró en la foto.

Díaz agradeció a Rodríguez Villalobos que no aspire él a ser secretario general y haya entendido que "el paso adelante toca a otra generación". La consejera prometió visitar todas las comarcas y agrupaciones. "Entre nosotros somos una familia, aunque discutamos y nos peleemos, en qué familia no se pelean dos hermanas", apuntó. Queda por ver si en esta ocasión hay riña familiar o no. Los ánimos están tensos pero Díaz demostró ayer en su puesta de largo como dirigente del PSOE sevillano que va a por todas.

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