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Díaz promete recuperar los derechos “perdidos” cuando amaine la crisis

La presidenta fija en el empleo, la transparencia y la lucha “implacable” contra la corrupción sus prioridades. Apuesta por los grandes acuerdos de Estado y por la unidad de España bajo el principio de solidaridad.

el 30 dic 2013 / 21:15 h.

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Mensajepresidenta-horizCuando Susana Díaz tomó posesión como presidenta de la Junta el pasado septiembre quedó meridianamente claro que la primera mujer en llegar a San Telmo iba a guardar distancias con sus antecesores. No solo en el género, también en la edad (tiene 39 años) y en la clase social. Esta joven del popular barrio sevillano de Triana se marcó el objetivo de hacer política en la calle y en su primer discurso de fin de año ha querido romper con una tradición: la de hablar a los más de ocho millones de andaluces desde los despachos oficiales. Díaz se trasladó al Patio de los Leones de la Alhambra –en 2013 se ha celebrado el Milenio del Reino de Granada–, para hacer llegar su mensaje a los ciudadanos, que pudieron verlo anoche en Canal Sur. La presidenta se dirigió especialmente a los que peor lo están pasando, a los parados (1,4 millones de personas en Andalucía), a los que viven en la pobreza, a las mujeres y los jóvenes que ven con incertidumbre el futuro. Se comprometió a “recuperar los derechos perdidos y las libertades vulneradas” en cuanto se confirme que “hemos salido de la crisis”. Sin mencionar al Gobierno de Mariano Rajoy pero en clara alusión a los recortes promovidos por el PP, Díaz criticó que “a veces simplemente con la excusa de la crisis, las desigualdades sociales están aumentando” en España y lamentó el “empobrecimiento de la mayoría de los ciudadanos”. La presidenta volvió a dejar claro que el empleo seguirá siendo su prioridad en el año que ahora comienza. En 2014, dijo, “cambiarán las cosas que hagan falta para acabar con esa lacra insoportable del paro”. Díaz ha admitido que en la agenda del Gobierno andaluz está “abrir en canal” la Concertación social que, tras 20 años ininterrumpidos de acuerdos entre la Junta, sindicatos y empresarios, se ha demostrado fallida para paliar el drama del desempleo. El diálogo social pasa por sus horas más bajas, sobre todo a raíz de los escándalos de supuesto desvío de fondos públicos que afectan a UGT y la patronal CEA. No solo hay que cambiar de arriba abajo la Concertación. Uno de los grandes retos de Díaz, que anoche reiteró, es “impulsar un nuevo modelo económico capaz de crear más empleo y riqueza” en esta tierra, que tiene “un gran potencial”. Muy poco se sabe aún de los planes de la presidenta para dar la vuelta al modelo económico andaluz, entre otras cosas porque el consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo anda más centrado en capear escándalos de corrupción como el de los Expedientes de Regulación de Empleo fraudulentos (ERE), Invercaria o las facturas falsas e UGT. Precisamente junto al empleo, la presidenta de la Junta confirmó en su discurso de fin de año que la transparencia y la lucha contra la corrupción continuarán siendo sus objetivos “irrenunciables”. Díaz ha tratado de marcar distancias con el caso de los ERE (sacó de su Gobierno a los consejeros salpicados por este escándalo) e Invercaria, pero la crisis de UGT-A le ha estallado en sus manos y, aunque ha abierto una investigación interna para reclamar al sindicato el dinero defraudado, el PP le reprocha su “tibieza y complicidad” ante la corrupción. “Blas Infante nos dejó dicho que la política sólo puede hacerse desde la honestidad y la solidaridad. Lo he dicho en anteriores ocasiones y lo repito ahora: mi Gobierno será implacable en la lucha contra la corrupción”, sentenció ayer. Díaz recordó que la ciudadanía demanda, “con toda la razón, ejemplaridad a sus instituciones y a sus representantes públicos” y que, en tiempos difíciles como los actuales, los andaluces “exigen que demos lo mejor de nosotros”. acuerdos de estado // Si algo ha definido el estilo de Susana Díaz en sus poco más de cien días de gobierno es su discurso sobre la unidad de España y su posición firme hacia el órdago catalán. Ayer insistió en que Andalucía no va a renunciar a tener un papel fundamental en el debate territorial. “Sabemos qué camino queremos tomar: de la mano junto al resto de comunidades de España, en libertad, respeto y solidaridad”, aseveró. Igualmente, la presidenta andaluza apostó por alcanzar acuerdos en los grandes asuntos de Estado y volvió a lanzar el guante al presidente del Gobierno, al que ya propuso un pacto por la regeneración democrática del país en su encuentro bilateral.

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