A las diez de la noche, el coso del Baratillo volverá a abrir sus puertas por última vez en el mes de julio para acoger la final del tradicional ciclo de promoción de nuevos valores de la Tauromaquia que se ha venido celebrando en las noches de los jueves. La semana pasada, al término del tercer y último festejo clasificatorio, el jurado de asesores artísticos de la presidencia daba el nombre de los finalistas que se enfrentarán esta noche a los erales de Macandro. En juego está el vestido de torear, el capote de paseo y el capote de brega que regala la Real Maestranza de Caballería al ganador y a los finalistas.
Ni los aficionados, tampoco el jurado, podía tener ninguna duda sobre la inclusión automática de dos de los aspirantes en la final de esta noche. En la primera de las novilladas celebradas era David Galván, un chico de San Fernando formado en Jerez, el que se destapaba con una actuación creciente en personalidad, plena de sitio y valor, que estuvo siempre por encima de su enemigo, un villamarta marcado con el hierro de Fidel San Román.
En el segundo festejo era el palentino Diego Fernández el que daba el otro gran trompetazo del ciclo al mostrar su calidad y solvencia desde que se abrió de capote, templando a un nobilísimo guardiola al que cuajó en un trasteo de creciente intensidad, pleno de estilo propio y buen gusto. En esa misma novillada, el ecijano Ángel Jiménez cortaba otra oreja muy arropado por un buen número de paisanos para mostrar no pocas virtudes, un gran desparpajo y bastantes tablas mezcladas con algunas lagunas. Él fue el tercer finalista elegido por el jurado de asesores en una complicada votación en la que se también se barajaron algunos nombres que merecieron estar en la final. De una manera especial el del valenciano Juan Cervera, que en el tercer festejo clasificatorio reunió méritos más que suficientes para hacer el paseíllo esta noche junto a Diego González y David Galván.
