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Dimite el ministro alemán que ocultó la matanza de Afganistán

Merkel se enfrenta a otra renuncia en su recién formado Gobierno. El actual titular de Trabajo decidió asumir responsabilidades "tras consultar con la almohada".

el 27 nov 2009 / 20:10 h.

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Angela Merkel junto al ya ex ministro de Trabajo Franz-Josef Jung.

El ministro alemán de Trabajo, Franz-Josef Jung, se vio ayer forzado a dimitir por un escándalo que se remonta a su etapa anterior como titular de Defensa, un cargo que nunca quiso, que desempeñó con secretismos, y que acabó costándole su carrera gubernamental.

Un día después de rechazar su dimisión ante el Parlamento y "después de consultar con la almohada", Jung decidió asumir "la responsabilidad por la política informativa" de su antiguo ministerio en un bombardeo hace casi tres meses en Afganistán, ordenado por tropas germanas y que causó hasta 142 víctimas.

El escándalo tiene su base en que Jung, que tardó dos días en admitir que pudo haber víctimas civiles en la operación, tuvo en sus manos poco después de la acción militar un informe de las tropas germanas que confirmaba la muerte de inocentes, pero que no leyó y transmitió directamente a la Organización sobre el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sin enviar copia al Parlamento.

La caída de Jung se une a las forzadas dimisiones un día antes del inspector general del Ejército y jefe del Estado Mayor, Wolfgang Schneiderhan, y la del secretario de Estado de Defensa, Peter Wichert, a los que el nuevo ministro de Defensa, Karl Theodor zu Guttenberg, retiró su confianza.

Poco dada a remodelar sus gabinetes, Merkel tuvo que aceptar, sin embargo la situación que amenazaba con una crisis para su recién formado Gobierno y que podría alcanzarla a ella misma así que finalmente no puso obstáculos a la marcha de su compañero de partido Franz-Josef Jung.

El actual ministro de Defensa, Karl Theodor zu Guttenberg aceleró las dimisiones de los responsables al anunciar la existencia de, "por lo menos, otros nueve informes más" del Ministerio de Defensa que le habían sido ocultados hasta ese mismo día sobre la operación en Afganistán, "de los que cinco hacen referencia a víctimas civiles".

La sesión celebrada el jueves en Bundestag se centró en el tema de la participación del Ejército germano en las distintas misiones internacionales y dio pie a una reunión extraordinaria de la comisión parlamentaria de Defensa al día siguiente, en la que la oposición pidió reiteradamente la cabeza de Jung. Pero también los liberales, socios de Merkel en la coalición de gobierno, habían expresado su preocupación por el hecho de que el nuevo gabinete se viese gravado con cargas del pasado, cuando no hace ni un mes desde que comenzó su trabajo.

Pese a la dimisión de Jung, la oposición socialdemócrata insistió en que se aclaren todos los detalles de la polémica operación militar a través de una comisión parlamentaria investigadora, exigencia que fue apoyada por Los Verdes y la formación de La Izquierda.

El ya ex ministro de Trabajo nunca llegó a encajar en su anterior cargo como ministro de Defensa y los soldados destacados en Afganistán se sintieron poco arropados por un ministro que se resistió con vehemencia a utilizar la palabra "guerra" para describir la situación en Afganistán, algo que su sucesor, Karl-Theodor zu Guttenberg, hizo nada más asumir el cargo. Jung era el colaborador más estrecho de Koch, un personaje poderoso dentro del partido y uno de los eternos rivales internos de Merkel.

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