Era evidente que en la próxima remodelación del Gobierno, el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, iba a prescindir del ministro de Justicia. Pero Mariano Fernández Bermejo se adelantó ayer y sorprendió a más de uno con el pie cambiado al renunciar a su cargo en el ministerio.
Bermejo, en la rueda de prensa que convocó ayer por sorpresa para anunciar su decisión, indicó que ha dimitido tras la polémica suscitada por haber coincidido en una cacería en Jaén con el juez Baltasar Garzón, en la que además participó sin la perceptiva licencia, y ante la "utilización" que se ha hecho de esta circunstancia, fundamentalmente por la oposición y de forma muy especial por el Partido Popular, "en contra del proyecto del Gobierno del PSOE", explicó.
El hasta ahora titular de Justicia, ya había puesto en los últimos días varias veces su cargo a disposición del presidente del Gobierno y de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, pero sin éxito. Ayer volvió a plantear a Zapatero y a De la Vega su decisión de dejar el cargo y en esta ocasión el jefe del Ejecutivo aceptó, aunque le volvió a solicitar que continuase en el puesto, a pesar de que varias voces relevantes del PSOE como el presidente del Congreso, José Bono; el candidato socialista a lehendakari, Patxi López; y el ex ministro de Administraciones Públicas y de Educación y Ciencia, Jerónimo Saavedra, habían cuestionado en público la continuidad de Bermejo en el Ejecutivo a causa de su torpezas.
La dimisión del hasta ahora ministro de Justicia se produce tras la polémica en la que se ha visto envuelto por coincidir en una cacería con Garzón, que investiga una supuesta trama de corrupción ligada a cargos del PP, y después de que el pasado día 18 los jueces españoles llevaran a cabo la primera huelga de su historia, movilización que, según muchos, no supo manejar. Bermejo se quejó de que estos últimos días se le ha estado utilizando en contra del proyecto "por el que uno trabaja". "Uno no ha venido aquí para estar pegado al banco sino a trabajar por un enorme proyecto en el que creo, creía y sigo creyendo", recalcó.
El hasta ahora ministro aseguró que no puede tolerar la utilización que se está haciendo de su error que él mismo admitió y que por eso sabe que, en este momento, lo mejor que puede hacer "es dejar el sitio a otro, que seguramente con ilusión parecida continuará" la obra de reforma de la Administración de Justicia.
Además de destacar el trabajo realizado por su "magnífico" equipo, agradeció al presidente del Gobierno la oportunidad que le ha dado de hacer algo "que está al alcance de muy pocos" en una etapa que calificó de "apasionante". "Vine al Ministerio de Justicia con un enorme bagaje de ilusión, una enorme voluntad de servicio público y aquí me he vaciado. Esa ilusión me la llevo ahora al grupo socialista para trabajar como diputado en el Congreso y continuar ahí la labor que empecé", recalcó.
El ex titular de Justicia remarcó que "nadie es indispensable y que nadie debe estar amarrado a un puesto si no es para servir", por lo que reiteró que es el momento de irse para evitar que la oposición utilice su permanencia en el Ministerio de Justicia a erosionar al equipo de Gobierno socialista.
Para informar de la dimisión a Don Juan Carlos, Zapatero acudió ayer al mediodía a la Zarzuela. En este encuentro también le anunció al Rey que el actual secretario de Estado de Asuntos Constitucionales y Parlamentarios, Francisco Caamaño Domínguez, tomará hoy posesión como nuevo ministro de Justicia.
Inesperada marcha. A pesar de que Zapatero conocía las intenciones de Bermejo, a más de un dirigente socialista la dimisión del hasta ahora ministro de Justicia le ha pillado por sorpresa. Éste es el caso de la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, quien una hora antes de anunciar Bermejo que dejaba su cargo, acusó al presidente del PP, Mariano Rajoy, de pedir la dimisión de un ministro del Gobierno "cada vez que se levanta y tiene un problema, que suele ser a menudo" y lamentó que ésa sea su única propuesta ante las elecciones gallegas y vascas del próximo domingo. Pajín, ajena a lo que iba a suceder poco después, declinó pronunciarse sobre la cacería y sobre el hecho de que el ex ministro de Justicia acudiera a esa montería sin licencia para cazar en Andalucía, alegando que el PSOE no caerá "en la estrategia del PP de intentar tejer una cortina de humo sobre lo que realmente preocupa a los ciudadanos".
