Dina, 'la Voz' del pueblo

La artista, que llega a semifinales en el programa de Telecinco, es ovacionada en su tierra natal, Los Palacios.

el 01 dic 2013 / 21:59 h.

dina1 En Los Palacios y Villafranca, donde los tópicos suelen colorear de rojo tomate cualquier hazaña de sus hijos, que aquí tienden a compararse con el tamaño de las sandías, ha nacido una estrella pequeñita que se pinta los ojos de negro soul. Se llama Dina Arriaza, de los Arriaza del Pradillo de toda la vida, una familia corriente que tras su paso por el programa La Voz, de Telecinco –que le ha ofrecido alegrías y sustos a partes iguales–, aterrizaba ayer en su pueblo para recibir el cariño de sus vecinos, cerca de 2.000 palaciegos que coreaban el nombre de su artista antes y después de que Dina se hiciese grande con esa voz de negra gigante a la que su coach, David Bisbal, no termina de dar crédito. La cita era a las cuatro de la tarde en la plaza de Andalucía, frente al Ayuntamiento, en un humilde escenario en el que, sin embargo, Dina se sintió más en casa que nunca. Algunos familiares no se creían que la muchedumbre fuera cierta, “porque todavía no ha ganado”, dice su novio, Charli Báez, pero terminaron convenciéndose de que el entusiasmo popular en su pueblo era proporcional al número de sms que la apoyan en el programa cuando, una vez cantadas dos canciones, coreado su nombre, intercambiado mensajes de cariño y firmado decenas de autógrafos, tardó un cuarto de hora en llegar al coche, a sólo unos metros, escoltada por la Policía. La gente la adora, no sólo en España, sino en su pueblo, que es lo difícil, aunque para ello haya necesitado demostrar su talento mayúsculo en un programa de máxima audiencia. “Hace tan sólo unos meses teníamos que suspender un concierto en Coria del Río porque no se habían vendido entradas suficientes”, recuerda su novio, Charli Báez, el batería del grupo con el que Dina Arriaza recorría la comarca, disfrazada de Amy Winehouse, hasta que llegó a La Voz. El grupo se llamaba y se llama Dina & the Holy Band y en estética y en música era un tributo a la malograda cantante británica. “Si Amy te viera, se sentiría orgullosa de ti”, le dijo Bisbal a Dina en el último programa que la catapultó a la semifinal del próximo 11 de diciembre. Si la supera, esta palaciega de 22 años, que estudió en los institutos Marismas y Diego Llorente de su pueblo y a la que le encanta “el cine, el senderismo y sobre todo estar con la familia”, competirá en la final del día 18 para ser la ganadora de La Voz. “Mi ilusión más grande es iniciar una carrera discográfica y vivir de la música, de cantar”, asegura. “Salir a la calle ya no es como antes”, aseguraba ayer Dina, consciente de su popularidad, mientras hacía como que paseaba por la plaza de España, como antes, pero sin que fuera cierto, porque los chiquillos la miraban con los ojos saltones –“¡Mira, ahí está Dina!”– y ella obedecía las órdenes de la productora de Telecinco, que le marcaba el paso con cámaras y micrófonos como de cine para grabar un reportaje más. “Esta tarde he visto a mucha gente llorar”, decía por la noche su novio. “Lo que hace Dina va más allá de la música y la melodía, porque ella transmite alma, y eso hace olvidar los problemas a la gente, aunque sea por unos segundos”. La gente lloraba y la coreaba, aludía a “la madre que te parió” porque, al igual que Dina, que rebosa esperanza, la gente del pueblo está esperanzada en que esta niña de los Arriaza se consolide como otro valor incuestionable más, como el futbolista Jesús Navas, aunque para ello combine con una complicidad tierna sus canciones en inglés con sus ánimos en moñiguero: Who’s loving you?, cantaba también ayer frente al Ayuntamiento del pueblo que la ha visto nacer y crecer, y cuando la gente le gritaba “¡Ole!”, ella continuaba en su inglés de jazz antiguo sin escatimar jaleos flamencos como “¡Vámonos!”. Abajo del escenario, su padre, que la mitad del año es albañil y la otra mitad cangrejero y vendimiador, la oía emocionado, meciéndose, como tantos paisanos alucinados, en la solera negra e infinita de la voz de su niña Dina, que es ahora La Voz del pueblo.

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