“¿Tan poco vales que tienes que pagar?” ¿Se acuerdan de esta frase? En 2008, el Ayuntamiento sevillano la estampó en vallas publicitarias sobre una fotografía en la que un hombre, según parecía, se disponía a contratar los servicios de una prostituta. Los carteles se situaron en las proximidades de los polígonos industriales donde proliferan los clubes de alterne y también en zonas como el barrio de Nervión. La campaña no estuvo exenta de polémica y algunos colectivos tacharon al Ayuntamiento de dibujar a la mujer como un objeto. Otros le recordaron que ser cliente no está penado. La cosa quedó ahí, en una campaña polémica. Ahora, el Consistorio vuelve a la carga.
Ayer se presentó el nuevo cartel que durante un mes va a estar repartido por las calles de la ciudad con motivo de la celebración el próximo día 23 del Día Internacional contra la prostitución, la trata y el tráfico de personas con fines de explotación sexual. “Sevilla ciudad libre de explotación sexual”, reza bajo la fotografía. Eso, a pesar de que el Plan de Acción Integral para erradicar la prostitución sigue vagando en el limbo de las iniciativas nunca resueltas. Hace un año que el Ayuntamiento lo aprobó como una norma pionera que multaría a los clientes y prohibiría la publicidad relacionada con la prostitución y los anuncios de contacto.
La ordenanza que lo tenía que poner en funcionamiento a principios de 2010 nunca llegó al Pleno y los avances no han ido más allá de una mesa de coordinación y seguimiento para estudiar la situación en Sevilla y cuyos resultados aún no se conocen.
A falta del plan, que hizo que Sevilla saliera en los medios nacionales como referente en la estrategia contra la prostitución, tenemos nueva campaña. “Entras como cliente, sales como cómplice” es el eslogan que pretende, según el Ayuntamiento, desmitificar la prostitución y sensibilizar sobre esta forma de violencia contra las mujeres. Desde el próximo lunes 13 de septiembre y hasta el 13 de octubre se difundirá en distintos medios de comunicación y lugares de la ciudad.
Para que entre por los ojos han empleado la foto que ven a su izquierda: “Mira, han puesto a un hombre normalito, gordito... No a uno guapo”, comentaba una mujer poco después de ver el montaje.
La Delegación de la Mujer, con María Dolores Rodríguez al frente, asegura que con esta iniciativa quieren insistir en “el papel activo que debe tener la ciudadanía y, por ello, queremos promover su participación, su implicación, su denuncia y, por tanto, su responsabilidad social en la lucha y en la erradicación de la prostitución y de otras formas de explotación sexual”. Pero también, y de forma muy evidente, pretenden denunciar “la impunidad del cliente” y poner de manifiesto la parte de responsabilidad que tiene el hombre que hace uso de la prostitución en la existencia de la trata y el tráfico de personas”.
Esta filosofía que está detrás de la campaña es también la que apuntala el estancado plan integral, aunque su origen se encuentra un poco más lejos: en Suecia. En 1999, el Gobierno sueco aprobó una novedosa ley con dos pilares fundamentales: el primero, penalizar la compra de servicios sexuales; el segundo, despenalizar su venta, entendiendo que se trataba de un tipo de violencia machista. ¿El resultado? Las prostitutas en las calles de Estocolmo se redujeron en dos tercios y los clientes, en el 80%. “¿Por qué nadie intentó esto antes?”, se preguntan ante el éxito algunos colectivos de defensa de las mujeres.
