![BETIS 14-15[3]](http://elcorreoweb.es/wp-content/uploads/2014/07/BETIS-14-1532.jpg)
Velázquez, durante un entrenamiento (Foto: Kiko Hurtado)Metódico es el adjetivo que mejor define la figura de Julio Velázquez, nuevo entrenador del Betis. Desde la llegada a San Pedro del Pinatar, el técnico salmantino está mostrando su disciplina y seriedad, tanto dentro como fuera del campo, con el cumplimiento a rajatabla de una serie de normas para que el grupo vaya en una misma dirección y no surjan problemas de convivencia. Por eso, cuida y controla hasta el más mínimo detalle.
La disciplina y la rectitud del preparador del conjunto verdiblanco es máxima, dando mucha importancia a la puntualidad, tanto a la hora de comenzar las diferentes sesiones de entrenamiento como en los horarios de las comidas de los jugadores, lo que refleja que Velázquez quiere tener controlado cualquier aspecto referente al grupo.
En el apartado deportivo es donde llega la transformación del nuevo inquilino del banquillo bético, como se pudo comprobar en el primer partido de la pretemporada ante el Brighton, con sus órdenes constantes a los futbolistas. ¡Presión, presión rápida y constante!, espetó Velázquez, en más de una ocasión, a sus chicos. En este sentido, el ideario táctico del que fuera entrenador del Murcia la pasada temporada se va conociendo, pues quiere que su equipo sea solidario, tenga la máxima intensidad durante los noventa minutos, presione la salida del balón del rival y se despliegue rápido para cerrar los espacios. Velázquez quiere que el equipo haga una presión alta, y que cuando se pierda el balón se apriete fuerte al rival. Además, desea que el equipo esté bien colocado para esperar la oportunidad para presionar. Esas son las primeras ideas y queremos llevarlas a cabo, dijo Matilla en unas declaraciones que muestran el ideario de Velázquez.
En principio, el esquema por el que parece decantarse el preparador de los heliopolitanos es el 4-4-2, con la dupla Rubén Castro-Rennella. Así formó el Betis, de inicio, frente al Brighton, aunque en la segunda parte el técnico introdujo una variante táctica, con Pacheco y Chuli en las bandas y Sergio jugando por detrás de Jorge Molina. En la primera parte, se vio un conjunto verdiblanco muy espeso y cometiendo errores que arrastra desde hace años, como volver a encajar un gol tempranero. En esta ocasión, llegó en un fallo de Perquis y Jordi Figueras a la hora de tirar el fuera de juego, dejando que el delantero visitante se colara por el centro de ambos y marcara con facilidad.
Esa acción provocó la indignación de Velázquez, que no paró de gesticular y arreglar los desajustes de su equipo en el centro del campo, con continuas órdenes a sus pupilos, que reaccionaron hasta lograr el empate en un primer tiempo en el que destacaron Rubén Castro, Vadillo y Rennella, con detalles interesantes. En el segundo tiempo, con un dibujo táctico diferente (4-3-3), se vio una mejor versión del Betis. La movilidad de Pacheco, Chuli y Sergio crearon muchos problemas a la zaga inglesa. Sobre todo, el jugador de Sevilla Este, que ha vuelto de Lugo demostrando ser un futbolista más hecho, comprometido al máximo con el objetivo de ayudar al equipo verdiblanco a retornar a Primera División.
Velázquez pudo comprobar que en la parcela ofensiva tiene muchos recursos, y que es en el centro del campo y en la defensa donde tiene que intentar que su equipo vaya puliendo los defectos que tiene. Para ello, como se ha podido comprobar en los diferentes entrenamientos, tanto en Sevilla como en San Pedro del Pinatar, el técnico del Betis no deja que sus jugadores se relajen, con continuas instrucciones individuales y colectivas, pues para él prima siempre el colectivo.
En el trabajo del preparador del cuadro heliopolitano también tiene un peso importante su segundo, Miguel Ángel Baltanás, y el preparador físico, Luis Arnau, que en los entrenamientos están haciendo una buena labor con los jugadores. En especial, ahora, Arnau, que está apretando a los futbolistas para que lleguen al comienzo de la temporada en el mejor momento posible, pues quiere que éstos respondan a la intensidad con la que Velázquez desea que el Betis juegue.
SELLO PROPIO. Poco a poco, este joven técnico, de 32 años, va imponiendo su sello a un renovado plantel en el que espera que haya nuevos jugadores, de ahí que el contacto con Alexis Trujillo, secretario técnico de los de la Palmera, sea constante. Esto refleja la buena sintonía que existe entre ambos, pues el canario tiene plena confianza en la apuesta que hizo por Velázquez. De hecho, en los primeros entrenamientos del equipo con el nuevo preparador, en Sevilla, el que fuera futbolista del Betis siguió muy de cerca el trabajo de su entrenador para que éste se sientiera arropado. De momento, es pronto para valorar el trabajo de un entrenador que está mostrando mucha implicación desde que llegara al equipo de la Palmera, dialogando con los futbolistas en los entrenamientos para que su mensaje vaya calando en una plantilla que está mostrando una gran implicación.
