El número de hambrientos en el mundo se ha reducido durante este año a pesar de la crisis. En total, en 2010 habrá 925 millones, lo que supone un 9,6% menos que en 2009, cuando se superó la barrera de los mil millones, la cifra más alta de la historia, según los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Aunque se trata de la primera reducción desde hace 15 años, esta agencia de Naciones Unidas advierte de que la cifra de personas que sufren hambre sigue siendo muy elevada e "inaceptable".
El director general de la FAO, Jaques Diouf, anunció ayer estas cifras, contenidas en el nuevo informe sobre El estado de la Seguridad Alimentaria en el Mundo, elaborado conjuntamente con el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Diouf explicó que los datos representan una evolución positiva con respecto a los dos últimos años y lo atribuyó a la mejoría en el acceso a los alimentos, al descenso de los precios y a la recuperación económica a nivel mundial.
Sin embargo, recordó que el número de personas malnutridas este año superará la cifra registrada antes del inicio de la crisis económica y de la de los alimentos de 2008, cuando éstos alcanzaron sus precios más altos. "Es inaceptable que el número de hambrientos esté cerca de los mil millones. Cada seis segundos muere un niño por problemas ligados al hambre y la malnutrición", declaró Diouf. Coincide con él la directora general de Intermón Oxfam, Ariane Arpa: "Cualquier disminución del número de personas hambrientas es siempre una buena noticia, pero no podemos olvidar que la crisis alimentaria no ha acabado".
Asimismo, el director de la FAO alertó de que la situación actual está muy lejos de poder cumplir la meta fijada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que persigue una reducción de los hambrientos a la mitad para 2015. Un compromiso que, según la directora ejecutiva del PMA, Josette Sheeran, es muy "difícil de realizar", pese a que se combate el hambre desde 1995.
"Sabemos qué hay que hacer y cómo. Tenemos ejemplos exitosos en África y en América Latina que deberían ser copiados y reproducidos. Es necesario crear programas y amortizadores sociales", sentenció Diouf. En esta línea, tanto Diouf como Sheeran elogiaron la capacidad de reacción ante la crisis demostrada por Brasil, y destacaron que países africanos como el Congo y Ghana, o latinoamericanos como Nicaragua y Guyana, han logrado reducir el hambre en sus territorios. No obstante, pese a estos ejemplos, existen muchos países pobres con una capacidad insuficiente de recuperación frente a las crisis económicas. Y es que según el análisis elaborado por el PMA y la FAO, dos terceras partes de las personas que sufren el hambre en el mundo viven en siete países: Bangladesh, China, el Congo, Etiopía, Indonesia, Pakistán y la India.
