El Betis logró la clasificación para los octavos de final de la Copa del Rey después de golear con solvencia al Elche y vivir una fiesta absoluta con lo que ocurría en Nervión, aunque la tragedia del Sevilla no se consumó. El Betis llega por lo tanto lanzado al derbi y con la moral por las nubes.
El Betis de Paco Chaparro sigue cumpliendo metas positivas. El primer partido de 2008 se saldó con un triunfo más que merecido frente al Elche, con buena disposición defensiva e incluso ráfagas de buen fútbol en algunos minutos del encuentro. Los verdiblancos estarán en el bombo mañana viernes y abren de la mejor forma un año que debe dar más satisfacciones que el pasado.
Lo bonito que tiene la Copa del Rey es su condición de torneo democrático y la opción que concede a los equipos de jugar sin la atadura que suponen siempre los puntos. El Betis dijo adiós al negativo año del Centenario afrontando el duelo copero ante el Elche con todos los sentidos puestos en el derbi de Nervión. Por eso el técnico Paco Chaparro puso en liza un once plagado de no habituales y con la presencia de dos jugadores del equipo filial, Toni y Rodri.
La arriesgada apuesta del entrenador heliopolitano tuvo un pronto premio con el gol de Xisco. El balear, que jugó de delantero centro mientras Sobis actuaba por la banda derecha, cazó un balón dentro del área para poner por delante a los verdiblancos. El tanto tuvo un efecto dinamizador en el partido. El Elche, quizás mejor técnicamente en su conjunto que el equipo que sacó el Betis, se olvidó de ataduras y comenzó a tener el mando del encuentro. Los heliopolitanos respondían gracias a las acciones de Rodri, Sobis y Xisco, aunque sufrían en defensa ante la soledad de Somoza para detener el ataque alicantino.
Con el juego muy igualado, fue Casto el que salvó a su equipo en el minuto 33 al realizar una escalofriante parada a remate de cabeza de Fernando Niño. Será Ricardo el que juegue el derbi, pero Casto está dejando un excelente sabor de boca, sólo empañado por sus problemas a la hora de golpear el balón con el pie. Fernando, en dos ocasiones, tuvo la opción de poner el segundo en el marcador, pero sus débiles remates no se tradujeron en gol. Con el 1-0 se llegó al descanso y el pulso estaba claro en un partido igualado entre dos contendientes con objetivos distintos. El Betis para sentenciar el encuentro y el Elche para forzar la prórroga. Todo podía pasar.
Fiel a lo comentado en la previa, Chaparro dio entrada a dos pesos pesados como Mark González y Edu. Una forma de dar seriedad a la Copa y de paso comprobar el estado de un futbolista a priori importante como el chileno. Y Mark González demostró que se encuentra recuperado de la lesión muscular que lo ha tenido en el dique seco durante varias jornadas.
Un nuevo desborde de Sobis en la banda derecha se plasmó en un excelente centro al área que el chileno envió a la red de Caballero. Con más solvencia de la esperada, el Betis decantaba la eliminatoria de Copa frente al Elche y adquiría toneladas de moral de cara al derbi.
El segundo gol del Denia en Nervión coincidió justo con el golazo de Edu a pase de Mark González y la fiesta estalló después del tercer gol de los levantinos. El encuentro ante el Elche pasó a mejor vida y el Betis pasaba a los octavos de final de un torneo en el que suele conseguir alegrías.
Hacía mucho tiempo que no se vivía una fiesta así en Heliópolis, claro que no sólo por lo que ocurría en campo propio, sino sobre todo por lo que ocurría en Nervión. Así se escribe el fútbol en Sevilla aunque al final la fiesta no fue completa por la impresionante reacción del eterno rival en el descuento.
