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Doble engaño de las drogas

El gravísimo episodio que se sufrió durante el puente festivo de la Inmaculada en Los Palacios, cuando 26 jóvenes resultaron intoxicados a causa de drogas adulteradas que un desalmado les vendió y ellos consumieron, refleja sólo la 'punta del iceberg' del riesgo añadido al que se enfrentan miles de jóvenes sevillanos cada fin de semana.

el 14 sep 2009 / 21:23 h.

El gravísimo episodio que se sufrió durante el puente festivo de la Inmaculada en Los Palacios, cuando 26 jóvenes resultaron intoxicados a causa de drogas adulteradas que un desalmado les vendió y ellos consumieron, refleja sólo la 'punta del iceberg' del riesgo añadido al que se enfrentan miles de jóvenes sevillanos cada fin de semana. La cocaína distribuida en Los Palacios había sido alterada con sustancias tan dañinas como polvo de talco y tinta de impresora, pero podría haber sido todavía peor. En esta ocasión tras pasar por un centro sanitario los jóvenes palaciegos pueden contarlo y ayudar a la guardia civil a sacar de la calle a ese delincuente peligroso que atentó contra la salud de los ciudadanos con premeditación. Como él existen miles que se dedican a recorrer las concentraciones juveniles en pueblos y ciudades para distribuir su venenosa mercancía. La frivolidad con que todavía hoy, pese al abundante número de campañas oficiales advirtiendo del peligro, muchas personas famosas o no tanto coquetean con drogas tan peligrosas como la cocaína lleva a miles de chavales a creerse una inocuidad que está muy lejos de ser real. Sin obviar los gravísimos daños que ésa y las otras drogas de moda causan a medio y largo plazo en la salud, la ingesta de cocaína adulterada puede segar la vida de cualquier joven en pocas horas. Los traficantes y camellos (amigos o compañeros del comprador en muchos casos) rematan así el doble engaño de drogas como la 'coca'. Perjudiciales por sí solas su alteración con productos de todo tipo y sin control alguno, con el único objetivo de lograr una mayor rentabilidad, las hace todavía más letales. Ante los casos que se destapan, como el del pueblo sevillano, la familia y la escuela vuelven a ser los principales parapetos de la juventud frente a estas modernas amanazas. El celo policial es el tercer instrumento imprescindible para combatir con éxito la lacra de las drogas. La cocaína nunca es amiga de nadie. Y los que con ella trafican mucho menos. En Los Palacios, esta vez, tuvieron suerte.

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