Los Príncipes de Asturias posan en foto de familia con los premiados. / José Manuel Vidal (EFE) VEA MÁS FOTOS DEL ACTO La Cámara de Comercio de Sevilla y la Confederación Empresarial Sevillana (CES) contaron ayer con unos padrinos de lujo para poner el broche final a la campaña emprendida el pasado mes de octubre en reconocimiento y homenaje a la empresa sevillana de adopción o nacimiento, para poner en valor el trabajo diario de aquéllos que tienen en sus manos la responsabilidad de promover la creación de empleo y la generación de riqueza, pero también de gestionar con honestidad y garantías las dificultades de una crisis de la que, nos dicen, empieza a atisbarse el final. Una vez más, el Príncipe Felipe, acompañado de doña Letizia, quiso mostrar su apoyo al tejido empresarial de la provincia. De hecho, la última visita que hizo a la capital hispalense tuvo lugar hace dos meses, cuando presidió la inauguración del Primer Congreso Internacional de Viveros de Empresas en el campus Eusa, propiedad de la Cámara de Comercio de Sevilla. De nuevo con la Cámara como anfitriona, el Príncipe ensalzó el rol de los empresarios «por su espíritu de lucha y superación» y destacó el «beneficio colectivo» que aportan los emprendedores que, se traduce además, en la tan necesaria creación de empleo, por lo que puso de relieve el merecimiento de este homenaje que se les brinda, máxime, enfatizó, «en unas circunstancias tan complejas». El Príncipe Felipe fue el encargado de clausurar un programa de actividades que ha tenido como leitmotiv «animar, insuflar y motivar a los empresarios en momentos de especial dificultad» y enfatizar el papel de la empresa como dinamizador de la economía local, recordó el presidente de la institución cameral, Francisco Herrero, en su discurso. El Príncipe, que tuvo palabras de apoyo para quienes han luchado «con coraje» para mantener a flote sus actividades y también se acordó de quienes no han conseguido superar las dificultades, remarcó la importancia que tienen las pymes y micropymes en nuestro país, y para ellas reivindicó un papel primordial por su peso en la estructura productiva de España. En este sentido, precisó que «deben ser las nuevas protagonistas de la presencia exterior de la empresa española, sevillana y andaluza», una cuestión que «evidentemente requiere de apoyos y esfuerzos concertados de las administraciones y del sector privado, sobre todo de nuestras grandes empresas». Junto a la internacionalización, citó la innovación como reto a afrontar por las más pequeñas y para el que reclamó a las grandes corporaciones que ejerzan de «tractoras» tanto en el mercado interior como exterior. «Así, prestarían otro gran servicio a la economía y a la sociedad española», apostilló. En el transcurso del acto, al que también asistió el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro; la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo; y los consejeros de Economía e Innovación y de Hacienda, José Sánchez Maldonado y María Jesús Montero, respectivamente, se reconoció la apuesta decidida y el saber hacer de tres compañías «de alto nivel que han decidido apostar por nosotros», dijo Herrero, en referencia a las multinacionales Airbus (que tiene tres plantas en Sevilla, donde concentra toda la familia de aviones de transporte militar del fabricante europeo); Renault (que tiene una vinculación histórica con la ciudad en el barrio de San Jerónimo, donde se ubica la fábrica de cajas de cambios con destino a las fábricas de la firma del rombo en medio mundo), y Cobre Las Cruces, que explota el yacimiento minero entre las localidades de Gerena, Gilena y Salteras. En la segunda categoría, de empresas locales «que se han creído el trabajo que desarrollan y se han convertido en embajadoras de Sevilla en el mundo», la distinción recayó sobre Persán, Grupo Konecta, la ingeniería Ayesa y el Grupo agroalimentario Ángel Camacho. Además, el reconocimiento especial a la trayectoria empresarial fue a manos de Miguel Pérez Jiménez, vicepresidente del consejo de administración de Cerco, Centro Radiológico Computarizado, un empresario «con mayúsculas al que sus 101 años no le impiden seguir en activo», remarcó Herrero. Unos galardones que, con la forma de Mercurio, el dios del comercio, fueron entregados por los Príncipes de Asturias y que tuvieron su momento más entrañable precisamente en la entrega a Miguel Pérez Jiménez, que lo recibió saltándose todo protocolo y abrazando y besando a la princesa Letizia, que le correspondió con un gesto de cariño, al igual que el Príncipe Felipe en su saludo, quien cariñosamente le pidió que «compartiera su receta». Ya después de la pertinente foto de familia, doña Letizia acompañaba agarrada del brazo a Pérez hasta la mesa, dispuesta ya para la cena. En nombre de los premiados tomó la palabra el presidente de Persán, José Moya, quien agradeció los reconocimientos, pero también lanzó un mensaje reivindicativo: «Tenemos muy buenos empresarios en Andalucía, pero muy pocos. Y este no es un asunto baladí, porque somos los empresarios los que creamos puestos de trabajo». El presidente de la empresa de detergentes que además fabrica la marca Bosque Verde para Mercadona, apostilló que en la comunidad andaluza hay «teóricamente» medio millón de empresas, «pero si descontamos a los autónomos y microempresas, con toda su importancia social, nos quedarían solo 20.000 sociedades». Una circunstancia que coloca a la región «en clara situación de desventaja para competir, desarrollarse y prosperar», aseveró. Sin restar valor al acto «de afirmación empresarial» de ayer, ni a los primeros síntomas de reactivación, Moya reseñó que no hay que olvidar el primer problema de Andalucía, el paro. Pero además del papel del empresario como creador de riqueza, puso el acento en su rol como «pilar de la sociedad civil». Por ello, instó a abandonar el victimismo de «quejarnos de los problemas del país y achacar toda la responsabilidad a los políticos», sino que fue crítico y consideró que la clase política cambiará cuando «una sociedad civil organizada abandone la dejación de funciones en la que nos hemos instalado». Cerró su discurso con un sentido agradecimiento al Príncipe, del que dijo «representa la nueva España, ésa que nos promete un futuro mucho mejor», y le agradeció «sus frecuentes visitas de apoyo al empresariado», que suponen todo un «estímulo», así como «un aval y un acicate para nuestra función social». El alcalde, Juan Ignacio Zoido, apuntó que no son las administraciones ni central, ni autonómica ni local las que pueden crear empleo «de calidad y estable», sino que esa tarea corresponde a la iniciativa privada. «Lo que sí podemos hacer nosotros es dar facilidades y eliminar trabas burocráticas». Por ello, espetó que «es el momento de sentar nuevas bases» y, aunque dijo que aún queda mucho que recorrer, se puede lograr «si lo hacemos dejando los criterios partidistas a un lado en pos del objetivo común de generar confianza y seguridad jurídica en el empresariado». Por su parte, también intervino en el acto Rafael Herrador, director territorial de Caixabank en Andalucía, patrocinadora del evento junto con Wolters Kluwer, quien destacó la «apuesta firme y decidida de su entidad por la empresa, a cuyo lado siempre ha estado y estará Caixabank», dijo, ya que la empresa «es una pieza clave en el engranaje productivo moderno con capacidad de adaptación al entorno», reseñó.