Cultura

'Don Giovanni', el amante eterno

Al hablar de la obra de Mozart resulta difícil establecer cualquier tipo de ranking. Sin embargo, pocos especialistas dudarían en situar la ópera Don Giovanni como una de sus mayores creaciones. (Foto: El Correo)

el 15 sep 2009 / 03:40 h.

Al hablar de la obra de Mozart resulta difícil establecer cualquier tipo de ranking. Sin embargo, pocos especialistas dudarían en situar la ópera Don Giovanni como una de sus mayores creaciones. El Teatro de la Maestranza invita hoy al enamorado para que recuerde su historia.

Desde esta noche, a las 20.30 horas, y hasta el próximo miércoles, el coliseo del Paseo Colón pone en marcha una de las producciones más esperadas de la temporada, por constituir además una nueva producción propia, cuya dirección de escena corre a cargo del conocido dramaturgo y realizador Mario Gas. A falta de conocer qué camino estético se habrá elegido, sí es obligado señalar cómo expertos de todas las épocas han señalado a Don Giovanni como una de las cimas mozartianas, en justo lugar al lado del Réquiem, la Misa en do menor, la Sinfonía n.41 y algunos de sus celebérrimos Conciertos para piano.

Escrita en dos actos y con libreto de Lorenzo da Ponte -cuya influencia en el éxito de Mozart nunca será todo lo bien ponderada que merece-, la ópera fue compuesta en Viena y en Praga entre marzo y octubre de 1778. Y, al contrario de lo que suele ser habitual, el título no surgió por un chispazo de genio de Mozart, se trató de un encargo fruto del éxito que tuvo su anterior título lírico, Las bodas de Fígaro. Estrenada en italiano en el Teatro Estatal de Praga el 29 de octubre de 1787, la ópera pronto se convirtió en la versión más conocida y divulgada de la leyenda de Don Juan. Casi dos siglos después, uno de los más brillantes filósofos del siglo XX, el danés Soren Kierkegaard dejó escrito que la ópera Don Giovanni era "la mejor obra de arte jamás realizada por el hombre".

En el plano estético, pese a que todavía hay confusiones al respecto, la obra de Mozart no constituye una versión especialmente cómica de la idea original. De hecho, el mismo autor la subtituló dramma giocoso, lo cual la sitúa en el terreno de la tragicomedia, género escasamente divulgado en el siglo XVIII.

Ambientada en la Sevilla de mediados del siglo XVII, el libretista Da Ponte se basó para la elaboración del libreto en El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, uno de los libros de cabecera del popular personaje histórico Giacomo Casanova, lo que sin lugar a dudas ha dado pábulo a que se aumente la leyenda y el mito alrededor de la obra.

Otro aspecto sobresaliente de Don Giovanni es la carga crítica con la que Mozart insistió a Da Ponte para que dotara al texto de una mayor profundidad. De alguna manera, el compositor interpreta que la vida licenciosa y libertina de Don Juan era en realidad también la de la aristocracia, aunque ésta la maquillara con sus buenas formas.

Psicoanálisis. Uno de los acercamientos más singulares que se han hecho a la obra de Mozart proviene de uno de los padres del psicoanálisis, Jacques Lacan. Para éste, Don Juan encarna al deseo femenino. "¿Se trata de una versión del fantasma de una mujer en su relación con el hombre?", se preguntará el psicoanalista. Las conclusiones, enarboladas a lo largo de toda su vida, hablarán de una ópera profundamente femenina, desvestida del pretendido machismo con el que a veces se tacha el original. Para Lacan, Don Giovanni es un pobre hombre que, en su incesante búsqueda de la mujer, él mismo se somete servilmente en cada una de las camas de las protagonistas.

  • 1