Cultura

Don Juan Tenorio en el cabaret

Excéntrica Producciones estrena el jueves en el Lope de Vega su visión contemporánea del clásico.

el 25 oct 2010 / 19:39 h.

El maestro de ceremonias Leporello.

Noviembre está a la vuelta de la esquina y, con él, como es costumbre, se desempolvan los atrezzos y el vestuario de época para engordar, un año más, el mito del Don Juan Tenorio, las andanzas de ese eterno seductor que tanto gustan al público.

Pues bien, en Sevilla podrán verse varias versiones del clásico de José de Zorrilla; pero ninguna tan curiosa, transgresora, canalla, irreverente, cabaretera y rabiosamente actual como la que propondrá la compañía sevillana Excéntrica Producciones a partir del jueves en el Teatro Lope de Vega.

Desde el propio título, D.J. Tenorio Peep Show, ya se obtiene una idea de lo que ha plasmado Juan José Villanueva, director y autor de la versión libre del original de Zorrilla. Él mismo, en su sinopsis valorativa de la obra, dice de su trabajo: "Don Juan, de espaldas al público, sentado en una silla de ruedas, inmóvil.

El escenario es un inmenso peep show, un cabaret donde las chicas bailan para él arias de Mozart a ritmos de burlesque y rock de los años 50. Leporello se acerca a un micro de pie y nos dice: ‘Señoras y señores, madames et monsieurs, ladies and gentlemen, bienvenidos a nuestro Peep Show que empieza a girar para todos ustedes, para retroceder al principio de nuestra historia: la noche del asesinato del comendador. Con todos ustedes: Don Juan, por supuesto, y junto a él: nuestra temperamental chica doña Ana, fantástica, no se la pierdan, también su padre, pobre hombre, ¡y por supuesto, Mozart!".

De esta suerte arranca este D.J Tenorio Peep Show, que no es sino "una versión contemporánea del mito de don Juan a partir de los textos de Tirso, Zorrilla, Molière, Goldoni, Da Ponte... y la música de Mozart. Un drama giocoso, en palabras del genial músico, donde nos adentraremos, guiados por el maestro de ceremonias Leporello, en un enloquecido viaje por los últimos días de Don Juan a través de ese inmenso Don Juan Peep Show".

A lo que apostilla: "Se trata de un espectáculo lleno de humor, música, luz, color, como el propio Don Juan; pero también es una reflexión sobre la condición del personaje, la de cada uno de nosotros, como un miembro más del gran reality show que es nuestra sociedad actual, una sociedad del espectáculo donde se nos invita a divertirnos y consumir como niños".

Un viaje a través de los últimos días de Don Juan desde su propia mirada, con su criado Leporello como inquietante e irónico maestro de ceremonias.

Acompañándolo en su enloquecida huida lo descubriremos como un fascinante narcisista, un personaje profundamente contradictorio que hace gala de su cinismo para sobrevivir en una sociedad de la que es producto.

"Una sociedad del espectáculo como sustitutivo de la realidad en donde, como en un perverso juego de espejos, se incita a los ciudadanos a no aburrirse nunca, a consumir y a disfrutar, y con ello a conseguir ser eternamente felices para alejarnos del desagradable olor de la muerte.

Divertirse, divertirse como niños, divertirse hasta morir",
razona su director, quien hurga en el mensaje de fondo que a modo de moraleja quiere que quede como poso en el espectador.

Una visión contemporánea del mito donde las mujeres son las verdaderas seductoras de la historia y Leporello un compañero de aventuras con el que mantiene una seductora y divertida relación de amor-odio, de fascinación y desprecio.

Un maestro de ceremonias que, como en un decadente cabaret, guiará al público a través del espectáculo que fue la vida de su amo.

La acción se desarrolla en un peep show que gira a las órdenes de Don Juan; su visión del mundo como una explosión de humor, espectáculo, sensualidad, color, como una explosión de vida amenazada por el recuerdo del asesinato, de la muerte con la que Don Juan tiene una cita inaplazable.

En ese cabaret, la música de Mozart es el vehículo que transporta al espectador a lo largo del espectáculo. Se han hecho arreglos sobre la partitura original para rescatar acentos musicales más contemporáneos y cercanos al público actual: un amplio abanico que abarca desde el strip jazz, pasando por el surf rock, la música burlesque o el soul y el rithm&blues.

La iluminación acompañará las dos claves del espectáculo: la explosión de vida de Don Juan Tenorio y su reverso oscuro: la muerte que le persigue.

Y el vestuario potencia la idea de un Don Juan como un eterno adolescente que ha construido su propia imagen a partir de distintas referencias estéticas con evidentes puntos en común: desde el pop art, pasando por apuntes de la cultura rock, el burlesque, las pin up...

Tome nota: Días 28 y 29 a las 21.00 horas, 30 de octubre 18.30 y 21.00 horas. Precios: de 4 a 21 euros.

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